Todo está casi a punto para que este mismo mes la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, inaugure las obras en la estación depuradora de agua potable, que hará posible la reducción del nivel de trihalometanos en el agua, según anunció ayer el concejal de Infraestructuras, Miguel López. Los trihalometanos son compuestos químicos volátiles que se generan durante el proceso de potabilización por la reacción de la materia orgánica, aún no tratada, con el cloro utilizado para desinfectar.

El agua de Cáceres presenta actualmente de entre 100 a 150 microgramos de trihalometanos por litro, cuando lo máximo aceptado por la normativa comunitaria vigente son 100. De esta actuación se habla en el ayuntamiento desde el 2006, cuando un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) desveló que la calidad del agua de Cáceres no era legalmente potable por su alto contenido en trihalometanos.

Miguel López recordó que la empresa Hispanagua ha sido la encargada de realizar esta obra, presupuestada en 625.882,35 euros. "Se van a cumplir las previsiones de plazos aunque la oposición, como casi siempre hace, dijo que no se terminaba. Se ha demostrado que el gobierno llevaba la razón, que la previsión del 31 de diciembre se cumple frente a los agoreros", aseguró el concejal socialista.