"Las calles huelen mal por los contenedores, que están siempre sucísimos, la gente no respeta los horarios de recogida de basuras y la tira cuando quiere". Esta es la impresión que tiene José Sansinforiano al pasear por la calles del centro de Cáceres, y que es compartida por la mayoría de los habitantes de la ciudad. En algunas zonas como en Santa Joaquina de Vedruna, en la que hay apilados cinco contenedores, los vecinos aseguran que en verano muchas veces no pueden abrir las ventanas por el olor que desprenden.

La opción que baraja el consistorio de soterrar los contenedores es la que más cala entre los cacereños, porque creen que así se evitaría que la gente depositara sus basuras por la mañana: "Sacar los contenedores por la noche estaría bien porque mucha gente tira la basura a horas en las que no hay que tirarla", dice José Rosado.

"Ayuda ciudadana"

Otros, como Elías Borrella, creen que la medida de guardar los contenedores no sería efectiva. En cambio, considera que sería necesario advertir a los cacereños de los horarios recomendados y de unas normas básicas para el uso de los basureros: "si se tira la basura por la noche, por el día debería estar limpio y recogido, el problema es que no se respeta la hora. Deberían dar más información, y sobretodo, deberíamos ser más respetuosos. Aún así no creo que la mejor opción sea retirarlos de las calles", advierte Borrella.

Antonia Castaño o Claudia María, en cambio, consideran que el servicio de recogida de basuras funciona bien y que los basureros "huelen como tienen que oler, pocas veces veo los contenedores llenos por la mañana en la zona centro", asegura Antonia Castaño. Claudia María, por su parte, compara la situación con Rumanía, su país de origen: "la limpieza de aquí es muy buena, ¡si vieran como funciona en mi país!, allí no se recoge todos los días, así que puedes imaginar como huele", cuenta.

En cuanto al estado de las calles, la mayoría se queja porque en este momento existen muchas obras que desprenden bastante polvo: "mira los restos de polvo de una obra que hubo ahí y que nunca se ha recogido", advierte José Rosado aludiendo a una construcción cercana a la calle Pizarro. El resto de las quejas puede resumirse en papeleras llenas, colillas y papeles en el suelo. Sin embargo, aunque muchos creen que el ayuntamiento tiene mucha responsabilidad en todo esto, la mayoría coincide en que los cacereños "deben poner más de su parte".