Suena Alaska y Los Pegamoides. Miércoles de la familia Adams y la ‘muerte’ corretean por Mistura junto a sus padres. Puede parecer una escenario de película, pero ayer en Cáceres la realidad superaba a toda ficción cinematográfica. La calle Pizarro ambienta desde este fin de semana todos sus locales con motivos terroríficos para celebrar Halloween, una fiesta típica de los países anglosajones que hasta hace unos años era desconocida en la ciudad pero que poco a poco se ha ido haciendo un hueco en las tradiciones que acompañan a la fiesta del Día de los Difuntos. De hecho, la familia con la que consultó ayer este diario, aseguró que las jóvenes, de 5, 8 y 11 años, insistieron para disfrazarse porque en la Academia de Inglés le habían hablado ya de la tradición del Día de las Brujas que recorre todo el mundo.

Así, familias cacereñas acompañaban ayer a sus hijos caracterizados de personajes del imaginario terrorífico por las calles y desde Bulevar a Mastropiero, todos los bares de copas decoraron sus interiores con telarañas y murciélagos para recibir a sus clientes. Cócteles, chupitos, pasacalles con alumnos de la escuela de arte drámatico caracterizados para ambientar las calles y premios a los mejores disfraces han protagonizado el fin de semana hasta ayer de madrugada en la zona. Durante tres días, la céntrica calle Pizarro ha sido pasaje de terror -agradable- para clientes y curiosos y hoy recoge las telarañas y las calabazas hasta el próximo año. H