No fueron grandes políticos, ni ilustres escritores, ni afamados músicos, ni deportistas de élite. Fueron cacereños que vivieron y trabajaron con la ilusión de realizar una pequeña aportación al progreso de la ciudad desde su ámbito, y por ello el ayuntamiento ha decidido dedicarles una calle. Marcos Mariño y Pedro Núñez, fundadores de los grupos empresariales que hoy llevan sus apellidos, Fausto Picapiedra, muy vinculado a la cofradías y conocido por su estanco de Pintores, y Juan Ramón Marchena, responsable municipal de protocolo y autor de una entrañable colección fotográfica (continúan las negociaciones para su compra y exposición por parte del ayuntamiento), dan nombre desde ayer a las calles del residencial Vegas del Mocho.

El acto fue muy concurrido, con numerosas autoridades y familiares de los homenajeados que se emocionaron al descubrir las placas. El alcalde Saponi, acompañado por los concejales Rumbo y Leirachá, el comisario Beltrán, el jefe de la policía local, César García, y el coronel jefe del Cimov, Domínguez Valor, destacó la trayectoria de los cuatro personajes y subrayó que "las aportaciones y esfuerzos de la gente normal son los que conforman la historia de una ciudad".

NOVEDAD FLAMENCA Por su parte, Domingo Nevado, exdirector regional de Caja Duero, ha sido elegido nuevo presidente de la Peña Flamenca de Cáceres, cargo que desempeñará con la importante ayuda de su segundo de a bordo, el cantaor Simón García Niño de la Ribera, que ejercerá como vicepresidente. Entre sus proyectos, mucha ilusión por dinamizar la peña con diversas actividades, comenzando por la organización del XXX Festival de Flamenco en el mes de mayo.

Por último, el pintor Hilario Bravo inauguró ayer una exposición en el Museo de Cáceres bajo el título Puertas del sueño , que intenta propiciar una reflexión sobre identidad y cultura tendiendo un puente entre el siglo VIII a.C. y la actualidad.