Uno puede pegarse un chapuzón y apuntar al mismo tiempo los secretos de un buen gazpacho verato, leerse los mejores expedientes x, conocer los trucos para decorar el jardín en un fin de semana, aprender la letra de cantos populares como Mi carro o Los cuatro muleros , curiosear el horóscopo, ojear el álbum de La guerra de las galaxias , jugar al checkers o saber de una vez dónde está Afganistán. Las piscinas de 176 municipios cacereños incorporarán este verano bibliotecas al aire libre con carpas de forja y lonas impermeables, a través de una curiosa propuesta de la Diputación Provincial con la colaboración de la Editorial Everest.

El proyecto es tan atractivo que optará a los Premios Nacionales de Fomento de la Lectura, convocados por el Ministerio de Cultura, al tratarse además de una iniciativa pionera alentada desde una institución pública. La puesta en escena también fue ayer singular: políticos y editores en una bibliopiscina levantada para la ocasión en el claustro de San Francisco, donde sólo faltaban la piscina y el chiringuito. Debajo, el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, y el director del área institucional de Everest, Manuel Rodríguez, satisfechos con la campaña.

La propuesta ´engancha´

Comenzará a funcionar en cuanto abran las 176 piscinas de los pueblos cacereños, con un presupuesto total de 253.355 euros (unos 40 millones de pesetas). "Hemos detectado que justo en verano, cuando existe más tiempo libre, se reduce la afluencia a las bibliotecas municipales. Por eso vamos a acercar los libros y los juegos didácticos allí donde está el público, sin olvidar que la población se multiplica en los pueblos", declaró Tovar.

Además, según el representante de Everest, estas bibliopiscinas captan nuevos adeptos a la lectura según experiencias ya contrastadas, hasta tal punto que las bibliotecas municipales registran decenas de nuevos socios una vez finalizado el verano.

Cada carpa está dotada de expositores móviles, juegos magnéticos y 184 libros de temática variada: obras de consulta, lectura para distintas edades, guías y libros sobre turismo relacionados con la provincia cacereña (dirigidos tanto a los lugareños como a los visitantes) y hasta recetarios de cocina extremeña. El 60% de los contenidos están orientados a los niños (leen rápido y rotan más los ejemplares), un 20% a los jóvenes y un 20% a los adultos. Las carpas se completan con mesas de préstamo y guías en las que se recomienda la edad adecuada para cada libro y su temática.

"Estas ayudas a los pueblos con menos recursos son de agradecer, al igual, por ejemplo, que el reparto de proyectores para que disfrutemos del cine", declaró el alcalde de Guadalupe, Modesto Rubio, en representación de los municipios que recibirán sus carpas de lectura, es decir, todos los que cuentan con recintos de baño. "No podemos llegar a los que tienen piscinas naturales porque habría que desmontarlas a diario, pero sí a aquellos municipios que dispongan de instalación fija junto al río", precisó Tovar.