En verano es habitual que los profesionales de la hostelería se trasladen a las poblaciones de costa en busca de un trabajo mejor remunerado que en el interior. Pero según los propietarios de los locales de La Madrila, la "crisis" que atraviesa la movida cacereña está acentuando esta tendencia y se muestran preocupados. "Los empresarios suelen realizar un esfuerzo en la temporada veraniega, generalmente más floja, para mantener a sus camareros y hacer uso del personal habitual cuando vuelve el invierno, pero no va a ser posible", explican. "Son muchos los que se están marchando porque aquí no hay trabajo", lamentan.