Ayer terminó la fase de exposición pública del estudio detalle de Subus del nuevo garaje para autobuses, que se emplazará en la parcela de la avenida de la Hispanidad ubicada entre la estación de autobuses de Cáceres y el colegio María Auxiliadora, y los vecinos de la zona, tanto de Los Fratres como de Nuevo Cáceres, no terminan de ver claro el traslado. Argumentan que, si durante el año ya resulta molesto el tráfico, sobre todo el que se condense en la rotonda ubicada entre el Palacio de Congresos y el Centro Educativo, éste se hará más molesto y ruidoso cuando se añadan las entradas y salidas de los vehículos del transporte público.

"No me parece el sitio más adecuado por la cercanía con el colegio María Auxiliadora", explica a este periódico Victoria Martín, una vecina de los Fratres que vive a escasos cincuenta metros del nuevo garaje proyectado por Subus y que advierte, además, de las consecuencias que, a su juicio, conllevaría el traslado. "Se juntan siempre muchos coches por la mañana y por el mediodía y el cruce de abajo me parece muy peligroso", insistió. En la misma línea se expresa María Justo, de la misma barriada. "En la rotonda del Palacio de Congresos se forman muchos atascos. Los padres se paran ahí con los vehículos y, a partir de ahora, los niños tendrán que tener más cuidado por los autobuses". Opina, además, que la situación se recrudecerá si coinciden los horarios de apertura y cierre de horario lectivo del colegio con la salida o entrada de los autobuses desde el emplazamiento proyectado.

Algunos de los vecinos muestran comprensión por el ahorro en costes que supondrá el traslado del garaje, que actualmente se encuentra en el polígono industrial Las Capellanías. "Si va a costar menos dinero, a mí me parece bien que lo traigan aquí", afirma Juan Miguel Blázquez, que vive en Nuevo Cáceres. Sí teme el ruido que puedan llevar dichos vehículos y afirma que, para enjuiciar el tráfico que puede llegar a la zona hay que esperar a que se produzca la llegada de los autobuses. No piensa igual Ana Montero, también vecina de este barrio, que procura evitar cada mañana la aglomeración de coches al salir por la parte de arriba. "Si habitualmente ya hay problemas con el tráfico en la rotonda... Es un caos total, sobre todo en la parada escolar", explica. "Es una zona complicada y la situación va a ser más difícil por la poca amplitud de las salidas en la carretera", indica otra vecina, quien también reclama más semáforos en el área.

ALEGACIONES Pese a todo, el ayuntamiento sólo ha registrado una alegación en el tiempo que ha durado la fase de exposición pública del estudio detalle de Subus, que se inició el pasado cua

tro de julio tras su publicación Diario Oficial de Extremadura (DOE). Según confirmó el consistorio cacereño a este periódico, la han presentado los responsables de la Estación de Autobuses, aunque desde este organismo aseguran que, si bien prefieren no realizar más declaraciones, "no nos oponemos al traslado de los autobuses urbanos a la parcela" colindante. Fuentes municipales afirmaron que, ahora, "deberán informarse por los servicios técnicos y deberá votarse en comisión de urbanismo si se acepta o se rechaza tal alegación".

El terreno, que ocupa una superficie de casi 6.000 metros cuadrados, es propiedad municipal y las obras serían financiadas por Subus, empresa que disfrutaría la cesión del espacio por un periodo de tiempo determinado. Es el penúltimo paso de la historia de esta parcela. En abril del 2007, el entonces alcalde, José María Saponis, firmó la cesión de los terrenos a la Junta de Extremadura para acometer la ampliación de la estación de autobuses interurbanos, acción que tendría que ejecutarse en los siguientes cinco años. En el 2010 se invirtieron 360.000 euros, el 50% del presupuesto estimado, en la preparación del terreno. En el 2012, con los trabajos sin empezar, el gobierno regional afirmó que la situación económica había impedido ejecutar la obra a pesar de su "idoneidad" y el terreno volvió a propiedad municipal. Ahora, la parcela se queda a solo un paso de convertirse en la nueva cochera de los autobuses urbanos.