Elena Nevado se estrenó al frente de la portavocía del PP, pese a que el asunto que se debatía, el plan general de urbanismo, lo había estado defendiendo su antecesor, Javier Castellano, durante los últimos veintitrés meses. Con la nueva portavoz, el debate fue más sosegado, se acercó a Vela y al grupo socialista cuando les ofertó que contasen con el apoyo del PP para conseguir "el mejor plan". Hubo menos crispación, pero no faltó el enfrentamiento político, en este caso con Pavón.