Ni un grafiti en las calles del centro, ni un chicle en las aceras, ni un cartel en las farolas. Es el objetivo de la campaña puesta en marcha por el ayuntamiento desde hace una semana para atajar el problema que afecta a zonas del centro como el entorno de Santo Domingo, Pizarro o Santiago y también a nuevas barriadas como Fratres, puntos negros de este tipo de actos vandálicos. La actuación, que incluye además la eliminación de la cartelería sobre farolas y fachadas y la retirada chicles del pavimento, se inició hace una semana y se prolongará hasta días antes del inicio de la Semana Santa, el 17 de abril.

Un dispositivo integrado por cinco operarios de la empresa concesionaria del servicio de limpieza, Conyser, llevan a cabo la tarea equipados con máquinas y productos especiales destinados a eliminar restos de las pintadas: pistolas de alta presión que expulsan una mezcla de agua y arena, decapantes y silicato de aluminio para las intervenciones que requieren aplicar un cuidado especial para no dañar la superficie sobre la que está la pintura. Ese es el caso de la actuación pendiente para eliminar las pintadas que afean la iglesia de Santiago. Además de allí, actuarán en la avenida de España, Virgen de Guadalupe, Hernán Cortés, Virgen de la Montaña, Paseo de Cánovas, San Pedro, Colón, plaza Marrón, inmediaciones de la plaza Mayor, avenida de Portugal, Antonio Hurtado, calle Salamanca, Isabel de Moctezuma y avenida de Alemania.

74 EUROS CADA HORA Cada hora de limpieza para eliminar un grafiti cuesta 74 euros. Aunque los más pequeños no suponen más de 15 minutos, los de gran tamaño pueden llegar a suponer hasta tres horas de trabajo: 222 euros. Esta es la tarea más ardua de la campaña de limpieza y la que más intensamente se desarrolla estos días, junto con la eliminación de los chicles de las aceras de las calles del centro y la retirada de carteles de las farolas. La próxima semana comenzará a retirarse también la que está pegada en paredes, fachadas y escaparates.

El último frente de la campaña de limpieza y concienciación puesta en marcha afecta a los dueños de perros. El ayuntamiento quiere añadir 50 dispensadores de bolsas para recoger los excrementos al centenar que ya hay instalados en la ciudad, y acompañarlos de una papelera en la que puedan depositarse los restos. Además se repartirán dípticos informativos sobre la campaña y las obligaciones de los propietarios de perros en el Parque del Príncipe, barriada 18 de Julio, Roche Sur Yon, Fratres e Isabel de Moctezuma, y se les hará llegar también una carta recordándoles su obligación de retirar de los excrementos de los canes.

Esta campaña es la segunda que se lleva a cabo desde el otoño del 2007, cuando se puso en marcha otra iniciativa similar para despejar de pintadas, y suciedad las calles del centro. "La tarea de concienciación dio resultado durante el primer año, pero los efectos pasan", valoró el edil de Desarrollo Local Miguel López. En el caso de los grafitis, la campaña de limpieza se acompañó de otra de Seguridad Ciudadana destinada a intensificar la vigilancia sobre estos actos vandálicos.