La Cañada se convertirá en un polígono dedicado al ocio si el ayuntamiento da el visto bueno a la consulta de viabililidad presentada por los propietarios de los terrenos ubicados junto a la N-630. El proyecto afectaría a una zona con una extensión próxima a las cinco hectáreas, de las que cerca de 22.000 metros cuadrados son construibles, y en la que ahora se ubica la pista de verano Isla Cañada.

La aprobación del proyecto supondría la desaparición efectiva de estas instalaciones que, promovidas por la empresa Prinsa, han permanecido abiertas hasta el pasado 30 de septiembre. Así lo confirmó ayer Juan Antonio Salgado, portavoz de esta firma, que añadió que el Plan General de Ordenación Urbana contempla que estos terrenos tengan un uso social y de ocio.

Según explicó Salgado, la Cañada se convertiría en "una zona general de ocio donde se construirían desde cafés-conciertos, salones de baile y hasta un auditorio para conciertos". En el proyecto, dada la calificación del suelo, no está contemplada la construcción de bloques de viviendas ni de industrias.

PROCESO URBANIZADOR De obtener el permiso municipal, Salgado explicó que el proceso para la construcción del polígono de ocio continuaría con la constitución de la agrupación de interés urbanístico, una figura administrativa similar a una junta de compensación que se encargaría de elaborar los proyectos de urbanización y reparcelación para poder actuar en la zona.

Prinsa confía en que las obras puedan comenzar antes del verano y confirmó que la pista de verano es "una actuación transitoria" que no se derribará hasta no se tengan todos los permisos.