Luz verde vecinal a la pista de verano en la antigua piscina de La Cañada. La reunión mantenida ayer por representantes de la asociación de vecinos de esta barriada cacereña y los promotores del proyecto disipó las dudas expuestas el pasado viernes por los afectados por el proyecto que, de obtener autorización municipal, significará la recuperación de las instalaciones abandonadas.

En este sentido, Raúl Salgado, administrador único de Prinsa, copropietaria de los terrenos, expresó su satisfacción por la respuesta de los vecinos, que pudieron conocer in situ los detalles del proyecto. Vecinos y promotores recorrieron el recinto situado junto al residencial La Cañada, donde se abriría una pista de verano con capacidad para 5.000 personas "con música ambiental y que no sería una discoteca", según remarcó Salgado.

El responsable de la iniciativa se comprometió con el presidente de la asociación vecinal, Juan Morán, a adoptar todas las medidas correctoras para evitar ruidos en las viviendas de la barriada. "Les he dicho que se instalarán pantallas acústicas y se harán las mediciones necesarias. Las casas más cercanas están a 130 metros de la pista de verano", subrayó Salgado.

La inquietud de la asociación porque la pista de verano se convierta en una discoteca similar a la del pasado año en el hípico quedó resuelta tras la reunión. "Va a haber música ambiental y se van a colocar carpas gigantes instaladas alrededor del perímetro. No va a haber altavoces grandes sino los que la ingeniería acústica nos permita", dijo.

Asimismo, los promotores del proyecto insistieron en que la iniciativa se incluye dentro de la propuesta presentada en el año 2003 en el ayuntamiento para el desarrollo urbanístico de la zona. Salgado afirmó que un grupo inversor tiene la intención de invertir nueve millones de euros (1.500 millones de pesetas) para construir un centro de ocio. Sin embargo, dejó claro que "el ayuntamiento tiene paralizado" ese proyecto urbanístico.

ACCESOS RESUELTOS Otra de las cuestiones resueltas fue el acceso a la pista de verano, que se produciría por un desvío en la carretera de Badajoz y por la N-630, por el camino situado junto a Porcelanosa. Raúl Salgado dejó claro que, si el ayuntamiento no da una contestación en el plazo de una semana o 10 días, desecharán acometer el proyecto.

Por su parte, el portavoz vecinal, Juan Morán, señaló que el proyecto es "positivo" para el barrio porque, dijo, "nos beneficia ya que estamos un poco aislados y no va a ser una discoteca". Dijo que los promotores se han comprometido a realizar las medidas correctoras necesarias para garantizar el derecho al descanso de los vecinos y añadió que el proyecto urbanístico presentado por Prinsa en la zona significará una mejora para la barriada.