La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, asistió ayer en la barriada cacereña de La Cañada a la recepción de 73 viviendas de promoción pública que tendrán un precio medio de 48.000 euros (8 millones de pesetas). El proceso de adjudicación tendrá lugar el próximo año cuando se abra el plazo para los solicitantes que, entre otros requisitos, deben tener unos ingresos brutos anuales inferiores a 12.000 euros (dos millones de pesetas) y no poseer ninguna vivienda.

La construcción de estas viviendas, de las que 46 son unifamiliares y 27 pisos, forma parte de las actuaciones incluidas en el convenio firmado en 1992 por el entonces Ministerio de Obras Públicas y la Junta, que contemplaba la ejecución de 6.000 viviendas en Extremadura. De éstas, 3.000 están gestionadas por la administración regional y el resto por el Gobierno central, a través de SEPES, Entidad Pública Empresarial de Suelo.

De las 59 promociones previstas en el acuerdo, la capital cacereña ha acogido un total de cuatro tras la inaugurada ayer en La Cañada. Las anteriores se realizaron en Nuevo Cáceres (100 pisos) y La Mejostilla 1 y 2 (196).

La principal novedad que incorpora la promoción denominada Los Canchales es la construcción de unifamiliares de 80 metros útiles, con una superficie construida de 115 metros cuadrados, y de 60 metros con un total de 95, además de los pisos de entre 60 y 80 metros útiles.

Tras recorrer la zona y recibir la queja de una vecina por la situación del barrio, Trujillo abogó por la calidad en el proyecto. "Ningún ciudadano quiere el fantasma que ha rodeado la vivienda protegida como mala, alejada, en guetos y de pobres".

Asimismo, se mostró partidaria de llevar a cabo "políticas transversales de vivienda que afecten a lo económico, social, laboral, territorial y medioambiental". En este sentido, dijo que no se puede entender la ejecución de viviendas "de forma aislada, sino diseñadas desde el punto de vista arquitectónico y sostenible con la utilización de energías renovables".