No era una obra prevista, porque en estas fechas tenía que estar operativo el trasvase desde Portaje, pero se ha convertido en la más importante de las que hasta ahora se ejecutarán con cargo al contrato de concesión de la gestión del abastecimiento y depuración de agua, que el ayuntamiento firmó en 2015 con Canal de Isabel II. Esta empresa pública de la Comunidad de Madrid dio publicidad ayer al acuerdo de adjudicación de la renovación del bombeo de captación en la cuenca del río Almonte, en la cola del embalse de Alcántara. La empresa propuesta es Joca, el plazo de ejecución es de ocho meses y el importe es de 596.345 euros.

El embalse de Cáceres es desde 1971 el Guadiloba. Pero es pequeño para la demanda de los tres municipios a los que da servicio: Cáceres, Sierra de Fuentes y Malpartida. En 1992 se hizo una obra de emergencia para traer agua desde la cola del pantano de Alcántara. En 2005 se anunció que la solución definitiva sería una captación de 65 kilómetros desde Portaje. Pero su inviabilidad ha convertido al trasvase del Almonte en el principal recurso para abastecer de agua a la ciudad impulsándola hasta el Guadiloba. Aunque no es una solución que garantice que siempre haya suministro. Por debajo de la cota 192 no hay seguridad de que se pueda trasvasar, «es su nivel mínimo», según se especifica en el pliego técnico del concurso que ahora se ha adjudicado.

Es muy difícil que se baje de esta cota. Pero no imposible. Ya pasó en noviembre de 2007, cuando llegó a la 191, y en agosto del 2009 se quedó en la 192. Ese fue uno de los peores años, tanto que en diciembre el Gobierno tuvo que aprobar un decreto ley con medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía. No obstante, el punto máximo al que se pueden colocar las bombas se ha ido bajando en los últimos años. Se puede descender hasta la 190,9, aunque se tiene que dejar un colchón de agua por encima para que las bombas no queden al aire. En el pliego técnico se precisa que el nivel mínimo está en la 192, «ya que se trata de la situación más desfavorable».

OBRAS / Según este pliego, las necesidades a satisfacer con las obras adjudicadas son la renovación de las nueve bombas (cuatro sumergibles y cinco en superficie) que trasvasan el agua hasta el Guadiloba, equilibrar el actual sistema de captación y dimensionarlo para que utilizando las canalizaciones existentes se pueda bombear directamente «a la estación de tratamiento del agua potable sin pasar por el Guadiloba».

La principal mejora es que se aumenta la capacidad del trasvase. La actual es de 25.000 metros cúbicos de agua al día. Con la renovación se llegará a un caudal de 36.000 metros cúbicos, por encima de los 29.000 de consumo diario que para 2019 se preveía en el anteproyecto de explotación del concurso de concesión de la gestión del abastecimiento. Para aumentar la capacidad se sustituirán las nueve bombas. Se calcula con la alternativa elegida un gasto anual en energía para impulsar y trasvasar el agua de casi 1,4 millones anuales. Este es uno de los costes que inciden en el precio que tiene que pagar el usuario con cargo a la tarifa.

En el pliego técnico se recuerda como en un principio el trasvase desde la cola del pantano de Alcántara «se consideraba un apoyo o alternativa de suministro a la ciudad» y que en la actualidad se ha convertido en «un sistema imprescindible para garantizar la continuidad del abastecimiento», advirtiendo en el pliego que de no ejecutarse la renovación ahora adjudicada «se podría llegar a producir alguna situación de desabastecimiento por paradas prolongadas en el trasvase».

El anuncio de la adjudicación se hace a pocas semanas de iniciarse el año hidrológico, que comenzará el 1 de octubre con el Guadiloba en uno de sus niveles más bajos de los últimos años. Tiene 8,8 hectómetros cúbicos (para menos de un año de consumo en la ciudad según las estimaciones de gasto para 2019 del anteproyecto de explotación), aunque está por encima de septiembre de 2017 (cuando tenía 7,49 hectómetros cúbicos) y del mismo mes de 2016 (7,30). Alcántara sí tiene ahora una capacidad menor que la de años anteriores. Hace doce meses su nivel se situaba en la cota 212, ayer estaba en la 199. En septiembre de 2016 estaba en la 209 y en la 203 en el mismo mes de 2017.