En la antigua normalidad, a estas alturas, a menos de un mes de Semana Santa, era tarea difícil --por no decir imposible-- encontrar una plaza libre para alojarse en la capital cacereña. La ciudad, con una Pasión declarada de Interés Turístico Internacional, reclamaba la atención de turistas de la geografía de todos los puntos del planeta. La cifra de visitantes ha subido cada año en la última década hasta copar el cien por cien de ocupación y convertirse en un particular ‘agosto’ para el sector. No obstante, la crisis sanitaria ha dado la vuelta a esta realidad. La nueva normalidad fruto de la pandemia da atisbos de recuperación pero lo cierto es que no llega ni a los mínimos para cubrir las expectativas de las que antes eran fechas clave.

Y si la previsión no era nada esperanzadora, la duda que ha generado el anuncio de cierre perimetral por comunidades de cara a la Semana Santa ha terminado de dar la puntilla a los apartamentos turísticos, que en las últimas semanas han sufrido una oleada de cancelaciones para finales de marzo. Así lo pone de manifiesto María Fernández, la presidenta de Aptuex, la asociación de propietarios de apartamentos turísticos de Extremadura, un colectivo que aglutina a una treintena de negocios de la región. «Pinta fatal, mucha gente tenía reservas para marzo, pero en el momento en el que se anunció que iba a ver restricciones, han empezado las cancelaciones, la Semana Santa se ha quedado vacía, la gente tiene sus dudas y no se arriesga», sostiene.

Asegura, en ese sentido, que «los cierres perimetrales tienen un efecto demoledor para las pernoctaciones» y desmiente que exista gran movilidad de turistas de la propia región. Sostiene que el grueso de clientes a la capital llega de Madrid y de Andalucía. «Es incierto que se mueve mucho el turismo dentro de la comunidad, a zonas rurales sí, pero no de una ciudad a otra», apunta.

Del mismo modo, pone de manifiesto también que las anulaciones llegan tras un año completo «a cero» y dos meses, enero y febrero, que no han supuesto un gran incremento de clientes y asegura que «la gente tiene muchas ganas de viajar» pero incide en que la situación no llegará a sobreponerse definitivamente «hasta que no haya más vacunación».

Fernández hizo estas declaraciones a este diario este lunes horas antes de mantener una reunión con el concejal de Turísmo, Jorge Villar, para abordar asuntos que afectan al sector. Entre las principales peticiones que le trasladaron se encuentran la reivindicación que arrastran los apartamentos turísticos desde 2018 para que no se les equipare en la ordenanza fiscal con hoteles y se les rebaje la cuota que pagan en la factura del agua por la basura. «No vemos lógico pagar lo mismo, este mes no se ha abierto un grifo y aún así hemos pagado 50 euros por apartamento». Como solución proponen que la tasa se ajuste a su situación. «Pagamos 24 euros de cuota fija, no pedimos ser vivienda habitual, si se tiene que aplicar una tasa que se haga, pero que sea razonable», concluye.