El accidente mortal registrado en los accesos a las Capellanías, donde un hombre perdió la vida al chocar contra un camión, ha vuelto a confirmar la necesidad de mejorar los accesos al polígono industrial cacereño, auténtico punto negro de las carreteras de la provincia. Con el de ayer son ya tres los muertos que acumula este entorno en menos de un mes.

La víctima fue esta vez un hombre de 75 años, Teodoro Gómez Martín, propietario del antiguo hostal Princesa, de la calle Camino Llano, actual Al-Qazeris. El suceso se produjo en torno a las 10.10 horas de la mañana, en el kilómetro 549 de la N-630, tras producirse un choque frontolateral entre el ciclomotor que conducía el finado --marca Piaggo CH-0580-BNN-- y un camión-trailer frigorífico marca Man --matrícula 7821-BHD--, de la empresa sevillana R. Guirado, conducido por un hombre de 46 años, cuya identidad responde a las iniciales F. T. L.

Como consecuencia del impacto, Teodoro Gómez, que portaba el casco en el momento del accidente, murió en el acto. Al menos tres unidades de la Guardia Civil se desplazaron hasta el lugar del siniestro y una unidad médica atendió a la víctima. El equipo de atestados tomó declaración al conductor del camión y recogió las huellas pertinentes para realizar el correspondiente informe.

Hubo importantes retenciones de tráfico y los agentes se vieron obligados a regular la circulación, muy intensa en ese momento. Los controles de tráfico se extendieron durante más de una hora. En los accesos del polígono se reunieron numerosos curiosos.

El último accidente mortal producido este año en las inmediaciones de Capellanías se produjo el pasado 31 de marzo, a la altura del Montebola, cuando dos albañiles de Aliseda perdieron la vida. En este año, la 630 acumula ya más de 66 accidentes con más de 121 implicados, la mayoría heridos graves y leves.

Para que Capellanías deje de ser un punto negro, aún habrá que esperar un año, fecha prevista por el Ministerio de Fomento para culminar el desdoblamiento de la vía, ahora en obras.