La década de los 40 fue muy fructífera para Cáceres desde el punto de vista urbanístico. Muchos de los edificios de servicio público que hoy jalonan las calles de la ciudad se proyectaron y levantaron durante esta época, en la que los ciudadanos sufrían drásticamente las miserias de la posguerra. Así lo recogió puntualmente EL Periódico EXTREMADURA en sus páginas diarias. El trazado del Rodeo, los inicios del Hospital San Pedro de Alcántara, la Casa de la Madre, las 202 viviendas protegidas en torno a Colón, el gran edificio de la Seguridad Social, el Gobierno Civil, la ampliación del sanatorio de Rodríguez de Ledesma, la Casa de Ejercicios de la Montaña o las desaparecidas piscinas infantiles de Concejo son algunas obras de este periodo.

Pero por encima de todas, dos inauguraciones se convirtieron en grandes acontecimiento sociales: el cine Capitol y el Stadium del Cacereño en la Ciudad Deportiva, noticias que el Periódico EXTREMADURA cubrió con todo detalle en los años de sus bodas de plata.

El 6 de mayo de 1947 se estrenó el cine Capitol con numerosos invitados de etiqueta, y por supuesto con las principales autoridades civiles y militares. Sus lámparas de araña, la magnífica sala con calefacción y refrigeración, y las 800 butacas tapizadas en rico terciopelo encarnado quedaron boquiabiertos a los cacereños. Propiedad de la empresa Corcobado y Sotomayor, el EXTREMADURA describía así el recinto: "Elegancia, amplitud, magnificiencia, belleza, arte...".

El 2 de octubre de 1949 se inauguró el nuevo estadio de la Ciudad Deportiva, denominado en aquellos años el Stadium, construido por la Organización Sindical de Educación y Descanso. Sustituyó al mítico Cabezarrubia, que tan memorables jornadas había deparado al Cacereño. El acto de apertura abarrotó las gradas, con capacidad para 15.000 espectadores. El equipo local, que alineó a Gary, Cabrera, Rodríguez, Ortega, Caro, Cabal, Navarro, Contreras, Olmedo, Moreno, Guío y Paquito, ganó al Atlético Almería por un tanto.

Durante años, el Stadium fue escenario de las gestas del balompié local, incluso de las vertiginosas pasadas por la Segunda División con visitas incluidas del Real Madrid o el Atlético. El presidente del cacereño, Sanz-Catalán, recordaba en este diario que la Ciudad Deportiva dispondría con el tiempo de pista de atletismo, campo de tenis, perímetro de baloncesto, piscina con tribuna, jardines y hasta patinaje. Por cierto, que ese mismo año de 1949, Cáceres estrenó la Feria de San Miguel.

El EXTREMADURA, aupado a la actualidad cacereña, caminaba así hacia su primer cuarto de siglo. En 1940 comenzó a diferenciar entre Información Local y Provincia. En 1941 cubrió profusamente la primera visita oficial de Franco a Cáceres, donde se había proclamado Jefe del Estado en 1936. En 1945, concretamente durante la tarde del 7 de mayo, el rotativo informó a los cacereños del fin de la II Guerra Mundial, un conflicto seguido desde estas páginas con honda preocupación.

El 1 de abril de 1948, el EXTREMADURA celebró las bodas de plata de su fundación con una fiesta religiosa solemne en San Mateo y una recepción oficial en el Palacio de la Generala, sede del rotativo. Acudió el primer director, Tomás Murillo Iglesias, y el responsable en ese momento de la redacción, Dionisio Acedo, junto al consejo de administración de la editorial: Emilio Villar, León Leal, Sánchez Manzano, González Herrera y González Avila.