Los defensores del software libre están de suerte. Cáceres acoge desde el pasado viernes la novena Conferencia Internacional Debian, en la que se desarrollarán talleres, discusiones y charlas de contenido técnico sobre este tipo de sistema.

Hasta el 30 de julio, 350 participantes, procedentes de 50 países se instalarán en la residencia de estudiantes Muñoz Torrero para trabajar juntos por una causa común: Debian.

Debian es un sistema operativo de carácter universal y libre. "Está traducido a todos los idiomas, para que pueda funcionar en todos los PC´s del mundo. Desde móviles hasta dispositivos para coches o aviones", explica César Gómez, uno de los organizadores del acto.

En cuanto a la libertad de este software, Jose Antonio Recio, otro de los coordinadores, aclara que "libre" no significa "gratuito", como se tiende a pensar. "La GPL (Licencia Pública General), es la licencia gratuita para software libre y permite la copia, modificación y redistribución del sistema", declara.

Comercialización

"Pero también hay libertad para su comercialización. Posibilita que el software sea tanto regalado como vendido", señala Recio. Los desarrolladores (como se autodenominan) de Debian, abogan por el libre acceso al conocimiento, pues entienden que no es un objeto material que se tenga que comprar.

El origen de este encuentro mundial surgió hace diez años. "Es la mejor oportunidad para trabajar juntos porque la diferencia horaria entre nuestros países se convierte en un obstáculo", dice René Mallorca, un colaborador salvadoreño que trabaja en una empresa de telefonía móvil. En 2008, Cáceres se convirtió en la primera ciudad española seleccionada para albergar la conferencia. La próxima será en Nueva York.

"Prefiero que el encuentro se haga en países distintos al mío, así puedo viajar y conocer otros lugares", confiesa Andreas Barth, procedente de Munich. A pesar de que los participantes se conectan al ordenador una media de 15 horas al día, no todo en la programación son conferencias de contenido técnico.

Esta noche se celebrará una cena donde cada uno aportará vino y queso típicos de su tierra y el lunes tendrá lugar el ´Day Trip´, un día en el que se desconectarán sus ordenadores para disfrutar del Valle del Jerte. "Quizás se nos cuele algún PC en el bolsillo", bromea Sergio Medina, un administrador de sistemas madrileño que junto a su compañero el ingeniero y auditor de seguridad Jonás Andradas, se muestran felices al participar por primera vez en el evento. Obvian el sentido peyorativo del término ´friki´ (obsesionado con algún hobby). "Investigamos temas de interés general de forma voluntaria", afirma orgulloso Andradas.