La población reclusa de la ciudad ha superado ya el medio millar. En la actualidad el Centro Penitenciario, con capacidad para 600 internos y que hace un año contaba con poco más de 400, acoge a 552 --incluidos 19 que se encuentran cumpliendo el tercer grado con trabajos fuera del centro y 7 en situación de control telemático--, de los que 25 son mujeres.

Un hecho destacable es que en él ha aumentado el número de internos extranjeros, hasta el punto de que su porcentaje es ya de casi el 30%. En total, 164 de los 552 internos actuales son extranjeros, correspondientes estos a 33 nacionalidades distintas.

Son datos que el nuevo director del centro, José Pedro Rejas, ofreció ayer sobre la situación actual del Centro Penitenciario cacereño, del que destacó especialmente su escaso nivel de conflictividad. "En estos momentos solo tres de los más de quinientos internos que tenemos están sancionados por falta grave, privados de salir al patio, una cifra ínfima que prueba el escaso nivel de conflictividad que tiene este centro", señaló Rejas.

El nuevo director, que asumió su nuevo cargo la semana pasada, tras ejercer de administrador en ese mismo centro durante 17 años, destacó asimismo el alto nivel de implicación de los internos, poniendo como ejemplo el hecho de que 70 trabajan en servicios del propio centro, como cocina, lavandería, economatos, panadería, reparto de comedores, limpieza, jardinería o mantenimiento. Y también la alta participación de los reclusos en los cursos, talleres y demás actividades formativas y culturales que se desarrollan.

Citó como ejemplo que 197 participan en cursos reglados de Educación (180 en alfabetización o castellano para extranjeros, 7 en el curso de acceso a la universidad, 9 cursan carreras universitarias a través de la Uned y uno está realizando el doctorado); 291 en diferentes actividades culturales, como animación a la lectura, teatro, baile, dibujo, manualidades...; o 135 en los diversos cursos formativos, como de albañilería, carpintería, electricidad o placas solares.

"En total los reclusos que participan en actividades educativas, culturales y formativas son 858, un número que supera la cifra de internos que tenemos porque algunos participan en dos o más actividades", señaló Rejas.

PENAS SOCIALES En otro orden de cosas, el director del Centro Penitenciario aprovechó su comparecencia ante los medios de comunicación para hacer un llamamiento a otras instituciones, como los ayuntamientos, para que se impliquen y colaboren en los programas establecidos para el cumplimiento de las penas de trabajos en beneficio de la comunidad, "pues cada vez son más los penados con trabajos sociales y las plazas para cumplir estas penas son ya claramente insuficientes".

Ha sido sobre todo la reforma del Código Penal en materia de tráfico, que ha motivado que comportamientos que antes se castigaban con sanciones administrativas ahora sean delitos, la mayoría de ellos castigados con penas de trabajo social, lo que ha hecho que aumente considerablemente el número de condenados con estas penas. En el caso concreto de la cárcel cacereña, según reconoció su director, "podemos decir que en nuestro centro la cifra de condenados con penas en beneficio de la comunidad se ha duplicado". En estos momentos, añadió Marta Pérez, subdirectora de Formación, hay más de 800 expedientes para el cumplimiento de este tipo de penas.

Rejas concluyó haciendo balance de algunas de las inversiones, como la instalación de un grupo de presión de agua dotado de clorador para la prevención de la legionela y otras enfermedades, por 56.000 euros; la construcción de una nave para talleres, con un presupuesto de 542.310 euros; o las obras, en estos momentos en fase de redacción de proyecto, de remodelación del agua caliente sanitaria y la calefacción implantando un sistema de placas solares y reduciendo así el consumo de energía.