Vicente, de 75 años, almorzaba ayer en un comedor de grandes ventanales, sobre una mesa adornada con flores rojas. Fuera podían verse los jardines, las terrazas y las pérgolas. "Es como un hotel. Me alegro mucho de haber llegado aquí después de alguna experiencia desagradable en otro centro", explicó entre plato y plato. Vicente es uno de los primeros residentes del nuevo geriátrico abierto por el grupo Care en el barrio de Pinilla, en un ala del seminario, que ayer celebró su inauguración tras una profunda reforma que ha costado finalmente 3,2 millones de euros (530 millones de pesetas), según sus responsables.

Al acto asistió la concejala del área del Mayor, Basilia Pizarro, el obispo de Coria-Cáceres, Ciriaco Benavente, el presidente de Care, Juan Antonio Moya (dirige 20 residencias en todo el país), el arquitecto del proyecto, Angel González, además de directivos del grupo, personal y familiares de los residentes. El obispo bendijo el local y pidió un trato "especialmente amable y respetuoso hacia los mayores, que necesitan ver reconocida su dignidad humana en situaciones limitadas". La concejala elogió las dotaciones de la residencia y agradeció su implantación en Cáceres.

SERVICIOS El pabellón, cedido por el obispado, ocupa un sótano, planta baja y tres plantas en altura. Incluye aulas de terapia ocupacional, salas de fisioterapia y rehabilitación, gimnasio, podología, sala de peluquería, atención socio-sanitaria 24 horas, unidad de enfermos de Alzheimer, centro de día, servicios religiosos, terrazas y habitaciones dobles e individuales, con baño adaptado, televisión, teléfono, timbre y climatización.