La Semana Santa cacereña perdería su esencia sin los cientos de hermanos de carga que hacen posible la salida de 45 pasos. Todos cuentan por igual, pero el privilegio de llevar al Nazareno (1609) está reservado solo a unos pocos. Juan Ignacio Blanco, cofrade de larga trayectoria con diversos cargos en distintas hermandades, lo hará por primera vez tras 40 años de espera. "Me apuntó mi abuela siendo niño, y es una satisfacción", confiesa.