Cáritas y Cruz Roja han acogido de febrero a junio de este año a un total de 70 inmigrantes llegados a las costas españolas en cayuco desde el litoral africano. Los subsaharianos, que han permanecido en el centro Vida de Renfe y el albergue municipal, procedían principalmente de Mali, Gambia, Costa de Marfil, Guinea-Bissau y Senegal.

Según explica Angel Zazo, secretario de Cáritas Diocesana, la acogida se canaliza mediante el convenio de la Junta de Extremadura con otras autonomías y el Gobierno. La estancia máxima es de 15 días, aunque varía según la situación del extranjero. Cruz Roja les ofrece la posibilidad de permanecer una semana en el albergue municipal del edificio Valhondo, en San Blas, y les proporciona alimentación.

El traslado de los inmigrantes que llegan en cayuco se realiza desde Canarias a la Península y, posteriormente, a Extremadura. "Dependiendo del número de plazas disponibles en los centros de Cáritas, fijamos con la Junta la cantidad que podemos acoger", aclara Zazo, que destaca el incremento de esta problemática desde principios de este año.

El perfil de estos inmigrantes es diferente al de los que llegan habitualmente a Cáritas ya que no tienen papeles. "Son invisibles y no existen legalmente; personas sin hogar, sin conocimientos de castellano y que vienen con algún contacto". Cáritas les facilita la posibilidad de utilizar un teléfono. En la provincia de Cáceres hay un solo centro de acogida para inmigrantes gestionado por Cáritas Diocesana en unos pabellones de la estación de Renfe. Con capacidad para 16 plazas, está atendido por seis monitores y un coordinador y, desde el pasado mes de abril, presta servicio las 24 horas.

Todos los subsaharianos acogidos en la capital cacereña son varones, jóvenes y con una edad máxima de 27 años. "Vienen con la idea de trabajar, en buenas condiciones físicas y sin problemas graves de salud. Su pretensión es trabajar para poder volver a su país", subraya Zazo.

LLENO TOTAL La acogida de extranjeros procedentes de los cayucos ha provocado que el centro Vida haya alcanzando una ocupación del 100% durante los seis primeros meses de este año. "Las instalaciones se quedan pequeñas por esta problemática relativamente nueva", afirma el secretario de Cáritas.

Las estadísticas del programa de Personas Sin Hogar arrojan un aumento de los días de estancia, con más de cinco por persona, a lo que hay que añadir un incremento del número de inmigrantes que acuden a los servicios de acogida --en las oficinas de la calle Santo Domingo-- y al centro Vida en Renfe.

En acogida, con 616 atenciones y 412 personas atendidas --211 españolas y 201 inmigrantes--, destacan como principales problemáticas el transeuntismo, el paro, los problemas de documentación y la salud mental. En cuanto a las edades, están comprendidas entre los 20 y 45 años con una disminución a partir de los 60. Las principales demandas del servicio son el alojamiento, la gestión de documentación y elempleo. En el centro Vida se registraron de enero a junio un total de 1.958 alojamientos y 362 personas atendidas --222 españolas y 140 inmigrantes--.