Carmen Heras aseguró ayer que si la última edición del festival Extremúsika tuvo que suspenderse en abril de este año no fue por culpa de la infraestructura del ferial sino a causa de la lluvia. En el transcurso de su comparecencia pública, la alcaldesa no se refirió a que el recinto municipal fuera a todas luces deficitario para acoger un festival de las características de Extremúsika.

La regidora sí insistió, en cambio, en que su gobierno organizó durante aquel fin de semana un gabinete de crisis con varias de sus concejalías para dar respuesta a la grave situación que se generó en un recinto anegado por el agua, con tiendas de campaña literalmente navegando sobre el fango, y del que se tuvieron que evacuar a cientos de jóvenes.