Edades: Carmen, la madre, tiene 47 años. Su hija Marina, 28.

Trayectoria: Marina ha trabajado en tiendas de ropa y de óptica, y su madre es ama de casa. Los abuelos han apoyado para que puedan abrir buscando el local.

Son madre e hija y decidieron, con la ayuda del resto de la familia, montar su propio negocio. Carmen Poblador y Marina Gil ya lo han conseguido en el número 16 de la avenida Virgen de la Montaña, donde han bautizado una multitienda con el nombre de Santa Marina.

--¿Qué les diferencia?

--Tenemos más cosas que otras multitiendas. Por ejemplo, hay una parte dedicada a droguería y perfumería, además de frutería, como hacen otras, congelados, variedad de latas o de comida preparada.

--¿Cuál es el perfil del cliente?

--Entran a por pan, golosinas y bebidas. También buscan fruta fresca o dulces. Abriremos sábados y domingos y, si alguien lo necesita, tendremos carne congelada. Nuestro horario será de 9 a 12 y contamos con la ayuda del abuelo, un yerno y mi marido.

--Utilizan un cajón para despachar como en las farmacias...

--De tres y media a cinco de la tarde y a las once cerramos la puerta y despachamos por el cajón. Es una novedad que hemos incorporado y así nos ahorramos personal de seguridad.

--Su hija se llama Marina y le han puesto de nombre a la tienda Santa Marina...

--Sabemos que es un santo de Badajoz y al ser mi primera tienda me gustaba que tuviera que ver conmigo. No queríamos ponerle el nombre de Marina a secas porque todas las multitiendas se llaman Pili o Carmen.

--¿Con qué ilusión afrontan la apertura de la tienda?

--Con mucha. Nuestra máxima ilusión sería convertir la multitienda en una franquicia porque ya hemos registrado el nombre con el objetivo de abrir más tiendas en el futuro.