Escribo esta carta movida por el malestar que causa en mí y en la asociación que represento la ignorancia que hace la consejería que usted dirige de dos graves problemas relacionados con la educación especial. Soy madre de un niño discapacitado y presido la asociación que agrupa a los familiares de los niños del colegio de educación especial Proa. A estas condiciones personales añado la de ser profesora universitaria y conocedora de la enseñanza secundaria.

El 18 de diciembre de 2006 nos recibió el presidente de la Junta para tratar de solucionar un complicado asunto sobre el nuevo edificio para el colegio, pero han pasado años y no hemos logrado un avance que satisfaga las justas reivindicaciones que reiteramos. Me permito recordarle que usted a lo largo de los últimos cuatro años no ha aceptado recibirnos a la comisión que representa a nuestros hijos; luchamos por ellos desde que nacieron y lo seguiremos haciendo hasta las últimas fuerzas.

En primer lugar, es deplorable la situación en que se encuentra desde hace años el colegio. La asociación que presido encauza sus esfuerzos a remediar esta injusta situación. Por desgracia, las diferencias de los partidos (PSOE, PP, IU) están teniendo un efecto que encamina el problema hacia su no solución. Las autoridades políticas (Junta y ayuntamiento) junto al mundo financiero (Caja de Extremadura) pretenden construir un nuevo colegio en un lugar inapropiado para su fin educativo y de integración, en la periferia del casco urbano, como si se tratara de un centro comercial o industrial.

Estamos de acuerdo en algunas cuestiones con usted, así como con su apuesta para que los alumnos discapacitados "tengan visibilidad no sólo desde el punto de vista educativo, sino también para toda la sociedad"; y eso se logra, señora Pérez, con un centro escolar enclavado en el corazón de la ciudad y no en un solar aislado y carente de servicios; es un acto de segregación no tolerable, los discapacitados no deben ser ocultados y recluidos en edificios de las periferias urbanas.

Por otra parte, en mayo nos reunimos profesores y padres de todos los colegios e institutos a fin de realizar propuestas a la Ley de Educación de Extremadura (LEEX). El desconcierto fue mayúsculo al comprobar que el borrador de la LEEX ignoraba la educación especial, por ello solicitamos un programa inserto en el apartado ´Educar a lo largo de la vida´. En él indicamos propuestas innovadoras y necesarias.

Es significativo que sólo se hubiera ignorado en el borrador de esta ley este tipo de enseñanza. Seis meses después, usted, señora consejera de Educación, en declaraciones realizadas el 26 de noviembre, aboga porque la educación especial tenga un "papel relevante" en la futura LEEX, por "atender esas necesidades individuales" de unos alumnos que "son nuestro interés", y la considera una oportunidad para "sentar las bases y principios que deben inspirar la educación especial en Extremadura". Es una satisfacción leer sus declaraciones, aunque haya tardado tantos meses en darse cuenta su consejería.

Señora Eva María Pérez, a pesar de que las personas que formamos la asociación Proa y los demás cientos de familiares de sus alumnos estamos embargados por el sentimiento de "desencanto" en la actuación de los políticos, vamos a contagiarnos de su optimismo y confiar en que ponga orden en su consejería. En fin, la LEEX debe abordar la educación especial y se deben tomar decisiones y actuaciones encaminadas a hacer visibles a los discapacitados con la construcción, sin más demoras, de un colegio digno por sus instalaciones e integrado en la red urbana para compartir espacios con los demás niños y adultos. Gracias por su atención, espero poder escribir otra carta, esta vez de agradecimiento, por la resolución de los problemas tratados, así como otras a aquellos que colaboren a conseguir el bienestar de nuestros hijos.