Querido Jordi: Es notorio que muchos catalanes no estáis cómodos en esta España e incluso algunos quieren salirse de ella. Os comprendo porque si vosotros, con una alta renta per cápita, un tejido empresarial ejemplar, múltiples empresas de éxito, unas infraestructuras envidiables y un maravilloso ambiente cultural, estáis incómodos imagínate cómo estaremos nosotros con una renta que me da vergüenza escribirla, sin empresas de rango, sin trenes dignos, sin...

Vosotros protestáis porque pagáis más de lo que recibís. Que envidia me dais porque nosotros, que recibimos más de lo que damos, queremos llegar a aportar más de lo que recibimos pues eso será señal de que estamos al menos tan bien como vosotros. Os envidio por muchas razones y quisiera ser como vosotros en muchas cosas. Tener un museo del arte extremeño como el vuestro de Cataluña, cariño y cuidado de la lengua pues aunque el Castúo no sabemos si es una lengua, un habla o un dialecto también en él se han escrito páginas gloriosas pero no lo estimamos y quisiéramos ser tan amantes de nuestra identidad como vosotros y ser tan emprendedores como vosotros y no sé cuantas cosas más.

Algunos queréis independizaros y a mi me duele y no quiero aceptarlo porque sin vosotros ya no sería la España que yo quiero y me faltarían muchas cosas de las que presumo porque están en Cataluña pero las siento como algo mío. Tengo algo en la Pedrera, en el Ampurdán, en el cava y en el Barça. También creo que deberías pensar en las cosas buenas que nosotros aportamos y que perderíais si os vais. Algo de vosotros hay en Mérida, Cáceres, Monfragüe y tantas otras cosas. Juntos hemos logrado grandes beneficios para ambos y creo que juntos haremos más.

Jordi, vamos a sentarnos tú y yo, vosotros y nosotros, sin políticos de por medio porque solo el sentido común de la sociedad civil podrá acabar con esta sinrazón, dejemos a un lado agravios y reproches, y tratemos de diseñar un proyecto de futuro en común en el que ambos nos sintamos cómodos.