TRIBUNALES

Caso Nóos

Daniel Cordero

Cáceres

Al principio, yo creía que Iñaki Urdangarín no había hecho nada y que si no había pruebas no existían motivos de imputación; cuando oí que robó dinero de los discapacitados me di cuenta de lo chorizo que era, y que merece estar en la cárcel. El verdadero artífice ha sido su socio, Diego Torres; y Urdangarín ha utilizado la imagen de la Familia Real para sus negocios. La infanta Cristina ser planteó dejar de serlo cuando imputaron a su marido; ahora la han imputado a ella recientemente, porque si es la mujer de Urdangarín, sabría de los negocios de su marido, y ha podido estar encubriéndolo. El Rey debería haber ordenado meterlo en prisión provisional por lo que ha hecho.

CRISIS

Fe, ¿en quién?

Elena Ramiro

Cáceres

Día tras día, nuevas noticias nos informan de más y mayores casos de corrupción en nuestro país. Desde la Casa Real hasta nuestro gobierno, todos se ven implicados en una trama cada vez mayor, donde el único perjudicado es y será siempre el pueblo. Y es que, a pesar de las pruebas, que no son escasas, rara vez estos personas son metidos entre rejas.

El dinero robado al pueblo les salva de su justicia, se busca acallar al pueblo, no su aprobación. Por lo tanto, desaparece la verdadera justicia. Y mientras todos estos individuos se llenan los bolsillos de las arcas públicas, nosotros, la gente de a pie, nos apretamos el cinturón intentando llegar a fin de mes.

Pero no todo consiste en el dinero. El ambiente general de nuestro país es pesimista, ya no se percibe el estado de bienestar, solo un espíritu de decadencia que nos impide ver más allá de la crisis. Necesitamos urgentemente una inyección de fe que nos permita creer que saldremos de este hoyo cada vez más profundo.