Cáceres está considerada como la ciudad con mayor variedad arbórea de toda la región, según un estudio realizado por la Universidad de Extremadura para la Junta. Actualmente ronda los 30.000 ejemplares pertenecientes a 140 especies distintas de medio mundo, entre ellas 50 de las denominadas raras . Este peculiar bosque urbano se refuerza todos los inviernos para sustituir los árboles enfermos o muertos, y aquéllos que son blanco de los actos vandálicos, una repoblación que además permite seguir incrementando el número de especies y continuar la línea que se marcó hace dos décadas el Servicio Municipal de Parques y Jardines.

En concreto, este servicio gestiona directamente 1.500.000 metros cuadrados de zonas verdes en las áreas más céntricas de la ciudad, donde plantará durante el invierno 288 árboles de 26 especies diferentes y 3.870 arbustos de gran variedad. Por su parte, la empresa Canal de Isabel II, concesionaria de otros 640.000 metros cuadrados de jardines, aportará 642 árboles de 50 especies y 8.822 arbustos. La remesa ha sido adquirida en viveros de toda España e incluso de otros países como Italia y Holanda.

NUEVAS EN LA CIUDAD Según explica el jefe de la brigada de Parques, Miguel Durán, algunas especies se introducirán por primera vez en la capital, como la lagunaria patersoni, un árbol de porte piramidal en su juventud y de rápido crecimiento (puede alcanzar 15 metros), que tiene su origen en Australia; o bien nuevas sophoras piramidales y de bolas que se adaptan a los acerados estrechos; o bien el prunus subirtela, un cerezo que nunca se había incorporado a Cáceres.

Este esfuerzo por potenciar la diversidad arbórea de la ciudad comenzó a mediados de los años 80 con la llegada de Diosdado Simón al frente de la brigada de parques. "Por entonces solo había en Cáceres cinco o seis especies clásicas, y pronto comenzaron a aumentar", explica Miguel Durán, quien ha continuado con este mismo empeño desde el año 2002 hasta alcanzar las 140 especies en la actualidad.

Entre un 10% y un 15% de los nuevos árboles sustituyen a otros afectados por las agresiones vandálicas que se producen a lo largo del año, y el resto se destina a reponer ejemplares secos o excesivamente viejos. La campaña de repoblación se realiza en invierno (enero-marzo) al tratarse de los meses más fríos, y por tanto cuando los árboles paralizan su actividad (los cambios entonces les afectan menos).

La campaña también incluye la plantación de 775 rosales muy variados: 200 unidades de rosal mini, 400 de rosal bajo (crísler imperial rojo oscuro, landora, perla negra, mister lincon, tifanis...) y 100 de rosal de copa.