Un caso singular en la ciudad es de la filial española de la multinacional IBM. INSA comenzó su andadura en unas naves alquiladas en el polígono de Las Capellanías en noviembre pasado y acaba de superar los 200 trabajadores, la mayoría jóvenes informáticos. La factoría de software prevé trasladarse al campus universitario en un plazo de dos años. Sus previsiones son alcanzar los 400 empleados si mantiene su nivel de negocio.