La nueva directiva de la asociación de vecinos Castellanos ha remitido un dossier al ayuntamiento con los principales problemas de este distrito, generados por "las deficiencias que arrastra desde hace muchos años, el gamberrismo y las actitudes incívicas", subraya el presidente, Enrique Navarro. Destaca "el nefasto servicio de autobuses", así como la falta de vigilancia, limpieza y señalización viaria.

La directiva pide un transporte urbano mejor programado, ya que los autobuses pasan cada media hora y cubren un "itinerario deficiente", pese a tratarse de una dotación "vital" en un barrio periférico. También denuncia la ausencia "absoluta" de control policial, "que ha generado el destrozo de los columpios del parque y la realización de botellones en las pistas de patines y bicicletas". Todo ello, unido a la "falta" de servicio de limpieza en la zona, ha provocado que estas pistas acumulen cristales y otros restos, "y que sean impracticables para los usuarios", señala.

También destaca la "falta de señalización de tráfico" y la ausencia de "control de velocidad, aparcamiento y tránsito de vehículos pesados, que supone una auténtica temeridad". Según la directiva, urge la colocación de callejeros en los accesos, y la iluminación de los puentes peatonales de la N-630.

EQUIPAMIENTOS EN MAL ESTADO

Critica, además, el mal estado de los equipamientos de ocio y tiempo libre, incluido el proyecto de piscina que el barrio pretende abordar y que de momento no encuentra el respaldo del ayuntamiento. También solicita el acondicionamiento del "pastizal" que existe frente a la sede.

Entre sus denuncias destaca la ocupación de 45 metros de la Cañada Real Soriana Occidental, que linda con el barrio, por parte de la constructora que está edificando el residencial Macondo. La Junta ha resuelto la apertura de un expediente sancionador a la empresa. No obstante, el portavoz del gobierno local, Andrés Nevado, ha precisado que las vallas, instaladas por seguridad, se suprimirán al finalizar las obras.