Así lo definía ayer a su salida de la Mesa de Negociación del Ayuntamiento de Cáceres la concejala socialista Belén Fernández, visiblemente molesta: «Ha sido una catarsis». Efectivamente el talante negociador saltó por los aires a la vista de lo sucedido: los sindicatos se marcharon de la reunión donde se abordaban sus subidas salariales y hoy se movilizarán en el pleno (es posible que muestran una pancarta), y además realizarán un calendario de protestas cuando obtengan los permisos de la Subdelegación del Gobierno, confirmó Jesús Solana, de CSIF.

El origen de este conflicto se remonta al acuerdo presupuestario que el año pasado alcanzaron PP y Ciudadanos para poder sacar adelante el ejercicio económico. La formación naranja y el gabinete de Elena Nevado acordaron trabajar en una subida global para todos los empleados del ayuntamiento haciendo previamente un estudio de pérdidas retributivas de los funcionarios para arbitrar la subida: se hablaba nada menos que de 625.000 euros en tres años. Entonces el PSOE ya dijo que aquello era un brindis al sol. Estaba claro que las retribuciones presupuestarias de la Ley de Presupuestos Generales del Estado tienen sus límites y que la regla de gastos no permitía que se pudiera materializar esta cantidad. «Nos han tenido un año haciendo una pantomima», dijo Fernández Casero.

Así las cosas, ya la semana pasada el gobierno llevó a la mesa una nueva propuesta económica que rebajaba los 625.000 euros a 89.000, es decir que mientras que la subida para seis funcionarios habilitados nacionales del ayuntamiento ha sido de 60.000 euros, lo que se plantea para los 650 empleados que tiene el ayuntamiento son 89.000, un agravio comparativo a juicio del PSOE.

La mesa está formada por los cuatro partidos del hemiciclo municipal: PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, y por las tres organizaciones sindicales: CSIF, CCOO y UGT. Es verdad que los sindicatos venían enfadados de la mesa de la semana pasada, pero aún así ayer tarde se sentaron a negociar. Lo hicieron con una propuesta consensuada entre ellos que consistía en regularizar un complemento que no cobran todos los funcionarios para que pudieran cobrarlo, cobrar el segundo nivel de la carrera profesional y mejorar las condiciones de lo que perciben por ayudas sociales.

Pero sindicatos y gobierno discreparon ayer en unas cantidades por los porcentajes de la carrera profesional y con ello llegó esa catarsis de la que hablaba Fernández Casero. El gobierno sacó adelante, con el apoyo de Ciudadanos, una propuesta que solo contempla la subida salarial para los grupos A1 y A2, los sindicatos se marcharon de la mesa y PSOE y Podemos no votaron por estar en contra.

Ciudadanos quiso ayer dejar claro que en las condiciones para aprobar el presupuesto solamente demandaban la subida a los A1 y A2 en 2017 y que existiera un estudio de revisión salarial para el resto de categorías en las próximas anualidades, «aunque nos gustaría que esta revisión les llegara a todos en 2017».

A ojos del gobierno, los sindicatos mantuvieron una postura «destructiva y no constructiva». El PP alegó que un informe de Intervención pone reparos a la propuesta sindical y recordó que con lo de ayer cumple su compromiso con Ciudadanos. Ahora el documento se llevará a comisión y posteriormente a pleno.