Los edificios sobre los que se actuará para construir el hotel y restaurante Atrio, en las calles Conde, Ancha y Olmos, se han sometido ya a las primeras catas arqueológicas para descartar que existan vestigios de valor histórico y patrimonial. Las catas sólo han encontrado huesos de animales pero ningún resto arqueológico.

Tanto la casa propiedad de Atrio, cuya construcción data tan sólo de 1987, como el edificio que pertenece a la Junta y que se cede al proyecto hotelero, fueron en su día cuadra de animales y habitaciones de criados del palacio de los Golfines de Arriba. Ambos se asientan en el viejo solar de los Ulloa. La calle Conde se hizo en el siglo XVIII.