El 8 de diciembre de 1964, día de la Inmaculada, patrona de Infantería, se inauguró la base militar de Santa Ana. Muchos recuerdan la llegada de los primeros reclutas, el comienzo de las juras de bandera multitudinarias, el dinamismo que se respiraba en Cáceres con miles de soldados llenado los locales de la ciudad, paseando con sus familias y sus novias.... Y ya han transcurrido 50 años de instrucción, garitas y barracones. En 2014 el cuartel cumple medio siglo de historia y quiere conmemorarlo como la ocasión lo merece. Los oficiales están manos a la obra para organizar un programa que pretende compartir la celebración con toda la ciudad.

Porque si algo caracteriza a Santa Ana es la estrecha vinculación que siempre ha mantenido con Cáceres y viceversa. Los ciudadanos han querido tradicionalmente a su cuartel, y el cuartel ha dado vida a la ciudad. La intención es crear un calendario de actos que se prolongue a lo largo del año. "Estamos estudiando varias opciones y solicitándolas a nuestra cadena orgánica. Involucran a muchas personas, también a instituciones, por eso no podemos avanzarlas hasta que no se concreten", explican fuentes de la unidad.

EN FACEBOOK Habrá un acto central en torno a la fecha del cincuenta aniversario --8 de diciembre--, también actividades culturales, exposiciones, conferencias... La intención es implicar al personal que ha pasado por la unidad. En breve, en los próximos días, se abrirá una cuenta en Facebook dedicada a esta fecha y sus preparativos. En definitiva, una celebración compartida. "Es una unidad que perdura, nos sentimos orgullosos de nuestro trabajo diario y de guardar nuestras tradiciones, de hecho ya llegamos a los cincuenta años", explican fuentes del cuartel, donde muchos mandos llevan más de una y dos décadas en el mismo destino por su apego a la capital cacereña.

Además, Santa Ana encara el otoño con nuevo dinamismo, inmersa en los preparativos para el nuevo ciclo de 611 alumnos que se incorporará el 21 de octubre. Se trata de la primera y única convocatoria después de que los recortes obligados por el Ministerio de Hacienda hayan frenado la llegada de soldados desde que se marcharan los últimos, el 4 de mayo de 2012. Los 240 profesionales de la base (113 oficiales y 126 de tropa) han continuado trabajando a diario en el cuartel durante este periodo, aprovechando el largo impasse sin soldados para actualizar los planes de estudio y llevar a buen término algunas reformas, de modo que el centro y sus 313 hectáreas están a punto.

El nuevo ciclo alienta las esperanzas en el Cefot cacereño, donde la última década no ha sido precisamente la más halagüeña, sino al contrario. En 2001, la base entró en un momento crítico. El 8 de marzo, el entonces Jefe del Estado Mayor anunció el cierre de Santa Ana como centro de formación sin más alternativas. Fueron tres años de angustia hasta que en 2004, el entonces ministro de defensa, José Bono, comunicó la continuidad del cuartel como regimiento de ingenieros. Tampoco se cumplió aquella promesa, pero la reestructuración acometida por el Ministerio de Defensa en el verano de 2010 convirtió a Santa Ana en uno de los dos centros de formación del país, con la mayoría de las nuevas plazas de soldados del Ejército de Tierra destinadas a Cáceres.

Tras este reciente periodo de 16 meses sin tropas, la base vuelve en octubre a su actividad habitual con el único ciclo convocado hasta el momento. El futuro de las instalaciones militares en general sigue pendiente de los estudios que está realizando el Ejército para un planeamiento más racional, pero nada ha trascendido de momento.