No fue una jura de bandera más, y ello por varias razones. El Cefot número 1 de Cáceres acogió ayer la ceremonia más numerosa de la última década, con 817 soldados (791 hombres y 26 mujeres) y unos 5.000 familiares en las gradas. El ambiente recordaba a los grandes reemplazos de Santa Ana. Tan solo en 2013 hubo una promoción de casi 800 jóvenes, y para el próximo enero se espera otro llamamiento incluso superior. Pero además, la jura hizo especial hincapié en la bandera, la unidad nacional, la Constitución y la igualdad de los españoles, conceptos siempre vinculados al Ejército pero que ayer se pronunciaron con énfasis y recibieron ovaciones cerradas de los asistentes.

Lejos queda marzo de 2001, cuando el Jefe del Estado Mayor anunció el cierre de la unidad cacereña. Ayer volvió a organizarse un aparcamiento multitudinario, los familiares abarrotaban las gradas y las cuatro compañías formaban firmes en la explanada de juras. La hostelería cacereña también se frotaba las manos. Presidió el acto el general de división director de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación, Amador Enseñat y Berea. Tomó juramento el coronel jefe del Cefot, Francisco de Asís Ramírez. Más de 160 civiles de todas las edades también quisieron jurar fidelidad a la enseña nacional. La alcaldesa, Elena Nevado, y la presidenta de la Audiencia, María Félix Tena, se sumaron al acto.

Tras la incorporación de las banderas a la formación, el pase de revista a la fuerza y la entrega de un ramo de flores a Raquel González, en representación de todas las madres de los soldados, comenzó la toma de juramento o promesa a los alumnos de este primer ciclo de 2017 y al personal civil. A continuación, el coronel jefe del Cefot pronunció un sentido discurso en el que destacó la importancia de este acto para los nuevos soldados de Infantería. «La bandera es el signo de la soberanía, independencia y unidad de todos los españoles y representa los valores que se recogen en la Constitución. Desde siempre ha sido el símbolo a seguir en momentos de confusión (...). En ella se funden todas las formas de sentirse español, con nuestra diversidad. Y por eso, respetarla, es respetarnos a nosotros mismos», proclamó.

«NADIE POR ENCIMA DE LA LEY» / En su discurso, el coronel Francisco de Asís Ramírez también recordó que «nadie está por encima de la ley» y dedicó unas palabras a la Constitución: «De ella emanan las leyes que garantizan la igualdad entre los españoles y su libertad, y aseguran una convivencia entre todos». Asimismo, se dirigió a los civiles que ayer juraron bandera: «Estáis haciendo una apuesta por el civismo, la solidaridad y el progreso (...), contribuyendo a derribar ese muro de silencio que rodea el orgullo de ser español».

Pero sobre todo, el máximo responsable del Cefot tuvo palabras de aliento y reconocimiento a los 817 alumnos que ayer superaron su primera etapa para convertirse en militares profesionales: «Estos jóvenes han hecho un importante esfuerzo. Hemos sido muy exigentes». Aún tienen por delante dos meses para completar su formación física, técnica y táctica.

Durante el acto, que se prolongó alrededor de hora y media, también se entregó un diploma al mejor alumno del ciclo: Javier Garrido González. El momento más emotivo llego con el homenaje a los que dieron su vida por España y el canto cerrado de todos los militares, una ceremonia especialmente solemne, que concluyó con las salvas de algunos fusiles.

Por último, los alumnos entonaron el himno de Infantería y proclamaron el decálogo del soldado, que volvió a llevarse miles de aplausos de un público que aguanto estoico el fuerte calor.