Hacer caso omiso a la prohibición de beber y orinar en plena calle, con sus consabidos malos olores; el ruido que producen centenares de jóvenes de fiesta; y tener que cambiar de ruta para llegar a casa son algunas de las quejas que los residentes de la zona centro de Cáceres sostienen con respecto a las novatadas. A pesar de que esta celebración se trasladó ayer al recinto ferial cacereño, el martes y el miércoles pasado los estudiantes universitarios se concentraron en la plaza Mayor y posteriormente se desplazaron hasta congregarse en la plaza del Duque.

"La gente se queja del problema de la suciedad y de que no está controlado, porque en la plaza viven personas y no es un sitio para organizar este tipo de eventos", apunta Lourdes Serrano, perteneciente al colectivo vecinal de la ciudad monumental. "No se pueden hacer estas fiestas en un espacio en el que no se respete el patrimonio, además de las molestias que ocasionan a los vecinos, como orinar en las calles, y más cuando se produce una masificación", argumenta.

Por otra parte, el residente en el centro, Vicente Rodríguez, relata a este diario cómo el miércoles la plaza de Santiago se tuvo que cortar al tráfico porque estaba inundada de estudiantes. "Si yo bebo en la calle me denuncian, pero si hay mil personas bebiendo no pasa nada. Encima había un verdadero río de orín", se queja Rodríguez. Por ello, este ciudadano opta por "el ferial o el campus" como posibles soluciones. "No estoy en contra de la fiesta, pero está prohibido beber en la calle", advierte.