Renovarse o morir. Ese es el lema que han seguido este año los comerciantes de la calle Moret y el resto de vías aledañas de la zona centro, quienes lejos de seguir apostando por lo mismo, le han dado una vuelta al apartado de la decoración de la vía pública. Para dejar a un lado los clásicos farolillos de la feria, utilizados estos años atrás, a la dueña de la Mercería Pilar se le ocurrió usar bolsas de basura para ambientar las calles. Y su idea caló entre los hosteleros y comerciantes. "Ibamos a hacer pañuelos con tela, pero era demasiado gasto y se me ocurrió hacerlos con bolsas de basura de colores", descubre la dueña, María del Pilar Guillén, que lleva dos semanas preparando los pañuelos con su compañera de trabajo y, solo en su tienda, ya tienen casi 400. No obstante, para la iniciativa están colaborando todos los establecimientos de la calle Moret. "Son de diversos colores, parecen mantoncillos, y están adornados con lunares, flores, grecas... Se graparán y se colgarán en ambos lados de la vía".