Las fincas y huertas afectadas por la riada, ubicadas en las inmediaciones de la depuradora de la carretera de Monroy, pertenecen a la comunidad de regantes La Concordia. Este colectivo fundado en 1903 sigue en vigor aunque sin apenas funcionamiento. La intención de los hortelanos, según apuntó Antonio Leal, es reflotar la comunidad una vez se arreglen los problemas derivados de las inundaciones.

Entre una de las funciones futuras de esta comunidad, será la de reivindicar la ´propiedad´ del agua de la Ribera del Marco para el riego de estas huertas y no para los jardines de Cáceres como pretende el consistorio.