La historia puede tener una relación de amor-odio e incluso ir más allá y hacer frente a las crisis, por muy graves que éstas sean. Hace la friolera de 117 años, según cuentan unas publicaciones que valen su precio en oro y siendo Fernando Boville gobernador de Cáceres, sucedió un hecho muy importante en la ciudad extremeña.

Aquel 19 de noviembre de 1891 se firmó el reglamento y la posterior constitución por la que se rigió la Asociación Cacereña de Socorros Mutuos, cuyo primer presidente fue Dionisio Viniegra, considerado un prohombre de su tiempo.

Pasado el tiempo, aquel momento puntual de la historia se puede señalar como el inicio de la vida de la cooperativa de viviendas más antigua de Extremadura, ahora denominada Casas Baratas Nuestra Señora de la Asunción.

Como El Pocero

Exactamente 607 casas cacereñas llevan la firma de esta centenaria institución, que cuenta actualmente con 300 socios y que, pasado el tiempo, mantiene su espíritu: sus propios asociados pueden beneficiarse de precios a precios razonables, incluso comparables a los de José Moreno, El Pocero bueno , con promociones que rondan los 120.000 euros. Esto ocurre en la que está en marcha en la calle Arsenio Gallego, en La Mejostilla, donde tener una casa con trastero y garage es posible si se puede hacer frente a un poco más de la cifra apuntada.

Solamente hay un requisito para beneficiarse de las ventajas que supone formar parte de la cooperativa, incluso el hecho mismo de comprar una vivienda: pagar 15 euros anuales tras inscribirse, algo que se consigue al instante si se pregunta en Multigestión Extremeña, en la calle Gil Cordero, donde se centralizan las gestiones. La sede, ubicada, cómo no, en la zona de las casas baratas , se ha quedado para centro de reuniones y archivo.

Lo que en su día tuvo un carácter social ahora lo sigue conservando, aunque con los más diferentes matices que marca el paso del tiempo. Los tiempos han cambiado, y mucho. "Tienen derecho a ingresar todos los obreros mayores de 15 años y menores de 50 que vivan sujetos a un jornal, así como los artistas o industriales siempre que el ingresado esté apto para trabajar". Así reza uno de los puntos del reglamento, encuadernado en una reliquia, de carácter casi literario e incluso de incunable, impresa por la mítica Minerva Cacereña, otra firma muy ligada a la historia de la ciudad.

Prestaciones particulares

En efecto: las prestaciones sociales de la época se conseguían a través de esta asociación, que cubría a sus fieles a través de sus acciones (inscripciones entonces, que no podían ser más de 5). El socorro por inutilidad perpetua por media acción eran 0,50 pesetas; por 4,5, 2,75 pesetas... los amantes de la historia tienen en la primera publicación --cuya portada se reproduce en este reportaje-- un filón indiscutible.

Las primeras viviendas de la cooperativa se entregaron en el año 1931. Fue la primera casa barata , en el entorno de la catovi plaza de Italia. Aquello fue un acontecimiento de primera magnitud. Se hicieron exactamente 158 viviendas. "Algunos aún no tienen la escritura", señala, a modo de anécdota, Alberto Durán, administrativo de la asociación, que tiene en sus archivos --y a fe que en su cabeza-- gran parte de la historia de la misma, al igual que su actual presidente, Pablo Lajas. En total, una decena de personas conforman la directiva. "Lo que nos distingue es que todas las clases sociales tienen cabida aquí: hay carniceros, médicos, albañiles, empresarios...", dice con orgullo el propio responsable actual de la cooperativa.

De las imágenes de las antiguas casas baratas hasta las actuales en uno de los edificios de El Perú ha llovido mucho, pero la cooperativa ha estado siempre, se insiste, "al servicio de los cacereños". La condición de socio se ha ido pasando de padres a hijos, con todo lo que ello ha significado en el plano sentimental.

La cooperativa de las Casas Baratas está presente en buena parte de la arquitectura de la ciudad. En Peña Redonda, en la plaza Italia, son 158; en Aguas Vivas, 15; en Hernán Cortés, 37; en Moctezuma, 216; en Cabezarrubia, 60; en Rodríguez de Ledesma, 18; en El Perú, 50; en La Mejostilla, 15 y en Vistahermosa, 14, para redondear la cifra de 607 viviendas muy ligadas a la historia de Cáceres. Es la historia contra la crisis, una dura pelea, sin duda.