Divinidades, santos, monarcas, héroes, hombres de letras, filántropos, grandes profesionales, personajes populares... Cáceres ha ornamentado sus calles con un amplio catálogo de esculturas urbanas: de las ninfas a las lavanderas, de los poetas a los mineros, de los conquistadores a los toreros... Aunque no es una ciudad con un inventario extenso, durante las últimas décadas sí ha realizado un notable esfuerzo por superar esta carencia. Basta decir que antes del siglo XX solo había dos estatuas propiamente dichas porque Cáceres nunca tuvo posibles. Durante la pasada centuria se encargaron otras trece, y en el siglo XXI ya se han sumado 37 más.

Ahora que la llegada de Buda ha devuelto el tema escultórico a las primeras páginas de la actualidad, quizás convenga dar un repaso a ese listado de los ilustres que han merecido un pedestal en Cáceres. «En primer lugar encontramos la ‘escultura mater’ de la ciudad: la Diosa Ceres, de origen romano. Se desconoce dónde se halló, pero ha estado presente en nuestro paisaje urbano desde el siglo XVI», explica Fernando Jiménez Berrocal, responsable del Archivo Histórico Provincial y Cronista Oficial de Cáceres.

«Tenemos constancia de que ya estaba situada en el antiguo Atrio del Corregidor, ahora Foro de los Balbos, donde se reunía el ayuntamiento para tomar las decisiones relativas a la villa. Además, permaneció entre 1819 y 1962 en un templete sobre la Torre de Bujaco», detalla el historiador. Después pasó a los soportales del ayuntamiento y más tarde al Museo Provincial. Actualmente su réplica, realizada en 1996, se ubica de nuevo en el Foro. Cáceres siempre la identificó como Diosa Ceres, aunque los expertos apuntan a un genio andrógino de Norba Caesarina.

Existe otra escultura centenaria en piedra: la Virgen de la Estrella, en el arco del mismo nombre. Lleva al niño en el brazo izquierdo y porta un cetro en el derecho. A su lado se sitúa un farol en forma de estrella que la ilumina. «Solo existían estas dos esculturas antes del siglo XX, ha sido una ciudad bastante austera», reflexiona Jiménez Berrocal.

CAMBIO DE SIGLO

Ya en la nueva centuria se levantaron los dos primeros monumentos a personajes de carne y hueso. En 1918 se inauguró la escultura a Juan Muñoz Chaves, abogado afincado en Cáceres y político liberal de primer orden con escaño en las Cortes y en el Senado. «La ciudad sufragó la obra por suscripción popular, en honor de este hijo ilustre. La esculpió en mármol el artista cordobés Mateo Inurria, muy conocido en su tiempo», describe el historiador. Ocho años más tarde, Cáceres dedicó su primera escultura a las letras, en concreto al poeta Gabriel y Galán. Fue el primer trabajo de Pérez Comendador en la capital, «una obra en bronce con ese realismo del autor que supo plasmar a un poeta cercano», apunta.

Tomarían el relevo tres obras religiosas. Primero, la más grande de la ciudad, el Sagrado Corazón de Jesús (en la Montaña), bendecido por el propio nuncio del Papa. Luego San Pedro de Alcántara, «con el propio autorretrato de Pérez Comendador, que forma parte inseparable del conjunto de la plaza de Santa María», señala el cronista. Y en tercer lugar, San Jorge dando muerte al dragón, un trabajo de 1963 de José Rodríguez. Ya en 1966 se inauguró con gran boato el busto de un gran erudito de la tierra: El Brocense.

Pasaron veinte años sin más incorporaciones hasta que Cáceres abrió su época más prolífica. En las tres últimas décadas se han inaugurado el 80% de los monumentos escultóricos. En 1986 llegó Hernán Cortés, «una obra que se funde una vez fallecido su autor, Pérez Comendador», recuerda Jiménez Berrocal. Eran los prolegómenos del V_Centenario del Descubrimiento de América, unos fastos que en 1992 también trajeron a Cáceres la estatua del monarca mejicano Nezahualcóyotl, conocido popularmente como ‘el indio’. «El artista Humberto Peraza logró una escultura impresionante por sus dimensiones. Cuando lo miras en contrapicado te hace sentir pequeño», comenta el cronista.

La ciudad crecía y con ella su arte urbano: Alfonso IX en Cabezarrubia, Pierre de Coubertín en Nuevo Cáceres (antes en Calvo Sotelo), las Ninfas del Delfín en el Rodeo... Pero en los años 90, Cáceres dirigió la vista hacia los propios cacereños, trabajadores incansables, que merecían tantos homenajes como reyes y santos. Así se sucedieron las estatuas más populares y queridas: Leoncia (a iniciativa del Periódico Extremadura, que ya forma parte del paisaje urbano y de las fotos de tantos cacereños y turistas...), El Minero, Las Lavanderas, El Redoble, el Monumento Cofrade... El escultor andaluz Antonio Fernández, afincado en Cáceres, firmó buena parte de estas creaciones en bronce, incluida el Homenaje a la Enfermería, que desde 2007 ornamenta la avenida Isabel de Moctezuma. «Nos ha dejado una escenografía callejera entrañable», destaca el historiador

ARTE CONTEMPORÁNEO

Nombres propios como el torero Luis Alviz o la folclorista Angelita Capdevielle siguieron ampliando el inventario cacereño. Pero sin duda, el Museo de Escultura al Aire Libre del Parque del Príncipe merece un reconocimiento especial. Son 27 obras de arte contemporáneo con firmas de peso, cuyas líneas se integran a la perfección en un espacio privilegiado desde 1997. «Se podrían llenar páginas y páginas solo con su descripción», indica el cronista de la ciudad.

Ya en los últimos años se han incorporado más piezas: las simpáticas estatuas de Peneque y Gorgorito están en Cánovas desde 2011; el Monumento a la ONCE luce en Colón desde 2013; y la imagen de Buda Mahar Karuna acaba de llegar de Asia y se expone en el Palacio de Congresos a la espera de su destino definitivo. Se trata de la réplica de la estatua de 40 metros que presidirá el mayor centro budista del mundo en Cáceres. Ya es, por tanto, la siguiente en la lista.

A continuación se ofrece el catálogo de las esculturas que a día de hoy jalonan las calles cacereñas:

DIOSA CERES

Esta escultura del Foro de los Balbos, que entre 1820 y 1962 permaneció en la Torre de Bujaco, es en realidad una réplica de la auténtica, en mármol, de origen romano, denominada Genio Andrógino. Data del siglo I y se conserva en el Museo de Cáceres.

VIRGEN DE LA ESTRELLA

El Arco de la Estrella fue mandado construir en 1726 a Manuel de Larra Churriguera. Incorpora un bello remate en forma de templete que acoge una hornacina con la imagen de la Virgen de la Estrella, que se asemeja a las Inmaculadas de la época.

MUÑOZ CHAVES

Esculpida en 1918 por Mateo Inurria, por suscripción popular, se ubicó en la actual Fuente Luminosa para luego trasladarse dentro de Cánovas. Juan Muñoz Chaves fue un gran abogado, político liberal, presidente de la Diputación, diputado a Cortes y senador.

GABRIEL Y GALÁN

Se trata de una de las primeras obras de Pérez Comendador, realizada en bronce. En 1926 se emplazó al inicio de Cánovas, su ubicación actual, como homenaje al poeta que cantó en versos sencillos y entrañables las virtudes tradicionales campesinas.

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Fue erigido en 1926 a iniciativa del obispo Pedro Segura Sáenz, que también lo costeó. A su bendición, el 14 de noviembre, acudió el nuncio apostólico Federico Tedechini. Esta gran escultura protege desde su atalaya en la Montaña a toda la ciudad.

SAN PEDRO DE ALCÁNTARA

Monumento al santo patrón extremeño realizado en 1954 por Pérez Comendador (aplicó su autorretrato). Está ubicado en la plaza de Santa María, que ya no se entiende sin su presencia. Tiene los dedos dorados por los besos que recibe en sus pies.

SAN JORGE

Estatua del patrón de Cáceres en la plaza del mismo nombre. Se trata de una obra en bronce de José Rodríguez, que quedó instalada en 1963. Ese año también se abrió a su lado el Jardín de Cristina de Ulloa, mujer del entonces alcalde Bustamante.

EL BROCENSE

En el año 1966 se inauguró un busto de Francisco Sánchez de Brozas, ‘El Brocense’, en el Instituto que lleva su nombre. Esta obra del profesor Ubaldo Cantos, en bronce, fue posteriormente trasladada a su actual ubicación en el Complejo San Francisco.

HERNÁN CORTÉS

También se utilizó el bronce para la soberbia escultura de Pérez Comendador en memoria del conquistador y gobernador de la Nueva España. Fue instalada en 1986 en la plaza del mismo nombre, que los cacereños más bien conocen como ‘el caballo’.

LLOPIS IVORRA

El monumento se enclava desde el 13 de junio de 1987 en el corazón del barrio que lleva el mismo nombre del obispo, Llopis Ivorra. Como prelado promovió la Asociación Benéfica Constructora Virgen de Guadalupe, que en 1955 levantó estos edificios.

NEZAHUALCÓYOTL

Estatua en bronce encargada a Humberto Peraza en 1992 por el V_centenario del descubrimiento. Es un homenaje al monarca de Tezcoco (Méjico), que destacó como poeta, erudito y arquitecto. Los cacereños también lo han rebautizado como ‘el indio’.

MONUMENTO A ALFONSO IX

La obra del escultor Estanislao García Olivares se encuentra desde 1995 en la rotonda de la avenida Virgen de Guadalupe con la calle Londres (acceso a Cabezarrubia). Está dedicada al rey leonés que reconquistó la ciudad el 23 de abril de 1929.

PIERRE DE COUBERTIN

Escultura inaugurada el 23 de abril de 1996 en agradecimiento al fundador de los Juegos Olímpicos Modernos, por su divulgación de los ideales deportivos. El busto se ubicó en Calvo Sotelo y se trasladó a la avenida que lleva su nombre en Nuevo Cáceres.

MUSEO PARQUE DEL PRÍNCIPE

Sin duda, es la mayor y más destacada muestra de arte urbano en la ciudad, formada por 27 esculturas de arte contemporáneo que forman el Museo de Escultura al Aire Libre de Cáceres. La colección se inauguró en 1997 e incluye firmas consagradas.

LEONCIA

La última vocera de la prensa cacereña se ha perpetuado allí donde realizaba su trabajo, en San Juan. Se trata de una escultura en bronce creada en 1998 por el artista José Antonio Calderón, a iniciativa de El Periódico Extremadura en su 75º aniversario.

LUIS ALVIZ

Este torero tomó la alternativa en 1965 en la plaza de Cáceres, frente a seis astados de Flores Albarrán. En 1975 se despidió de los ruedos y gestionó la Era de los Mártires durante 15 años. Su busto, obra de Calderón Silos, fue inaugurado en el 2000.

EL MINERO

Ocupa la primera rotonda de Aldea Moret, en memoria de los hombres que vivían y trabajaban en este duro yacimiento. Representa a un minero sencillo, tal cual eran, con su lámpara de carburo y su gorra. Obra en bronce de Antonio Fernández, de 2002.

MONUMENTO AL COFRADE

En la primavera de 2002, la plaza de San Juan incorporó esta escultura del artista zamorano Antonio Pedrero, que representa a dos cofrades en bronce, de 1,80 metros. Supone un homenaje a la importante actividad 'semansantera' de esta ciudad.

LAS NINFAS DEL DELFÍN

Juan de Ávalos, escultor extremeño de gran prestigio nacional e internacional, pone la firma a la escultura de 4 metros de altura y 1.500 kilos de peso, que corona la cascada del Parque del Rodeo desde el año 2002. Puede verse desde todo el entorno.

LAS LAVANDERAS

Estas mujeres fueron personajes históricos en un Cáceres que hacía girar buena parte de su vida en torno a las fuentes. Desde 2004, la escultura recuerda su infatigable trabajo y además da nombre a la avenida. Obra en bronce de Antonio Fernández.

ANGELITA CAPDEVIELLE

El monumento que recuerda la figura de Angelita Capdevielle se sitúa en la av. de la Bondad desde julio del 2004. Allí se ubica un barrio con el nombre de esta profesora de música, pianista e incansable investigadora del folklore cacereño, toda una institución.

EL REDOBLE

Otra escultura que rinde homenaje al folclore puede verse desde 2005 en la céntrica plaza de la Concepción. La obra, realizada en bronce, mide 1,70 metros y salió de las manos del artista Antonio Fernández, bajo el nombre de la jota más popular de Cáceres.

HOMENAJE A LA ENFERMERÍA

En 2007 se inauguró en Cáceres el primer monumento dedicado a los profesionales de enfermería en España. Situado en Isabel de Moctezuma, y creado por Antonio Fernández, representa a una profesional con su traje tradicional, su cofia y su cruz roja.

GORGORITO Y PENEQUE EL VALIENTE

Cánovas acoge desde el año 2011 estas piezas dedicadas a los títeres que llevan décadas haciendo reír a los niños cacereños. Sin duda, el mejor reconocimiento a las compañías Maese Villarejo y Miguel Pino

MONUMENTO A LA ONCE

El 13 de diciembre de 2013 se erigió la estatua que rinde homenaje a la labor de la ONCE, coincidiendo con el 75 aniversario de su creación y con el 25 aniversario de la Fundación ONCE. Está enclavada en el bulevar entre Ronda del Carmen y Reyes Huertas, junto a Colón.

BUDA MAHAR KARUNA

Esculpida en jade blanco, esta recreación de dos toneladas de peso es una réplica de la que coronará el mayor templo budista del mundo, en el cerró Arropé de Cáceres. Situada en el Palacio de Congresos, ha sido donada por la Fundación Lumbini.