César Jiménez es bien conocido en Cáceres a pesar de su juventud. En los años 2003 y 2004 toreó en la ciudad y cortó orejas en ambas ocasiones. Ayer asistió a uno de los coloquios taurinos que organiza el Club Taurino Cacereño en el Hotel Extremadura.

--¿Cómo un chico que no tiene antecedentes taurinos quiere hacerse torero?

--Yo me aficioné por los festejos populares que hay por Fuenlabrada y en los pueblos cercanos. Supongo que es algo vocacional que rompe en algún momento.

--¿Qué parte de ese deseo es afición al toro y qué parte la voluntad de ser figura?

--En mi caso no son parte, son épocas. Cuando me llamó la atención ser torero por ser alguien reconocido es cuando empecé. Luego fui descubriendo que lo realmente bello son cosas que descubres en ti mismo, en tu interior.

--¿Hay que tener padrino para ser torero?

--Mi familia no pudo ayudarme, pero ha habido una persona que confió en mí, que me enseñó a torear y que me enseñó muchas cosas de la vida. Luego te van viendo y te van ayudando, pero ya sobre un proyecto más o menos marcado. Esa primera persona es José Luis Maganto y sigue conmigo.

--Hay quien cree que habría que evitar aspectos como la muerte del toro. ¿Qué piensa?

--Yo me considero un amante de los animales. Tengo caballos, perros, gallinas, ovejas, crío toros... y disfruto con ellos. Y no concibo la fiesta sin la muerte del toro. He toreado corridas en Portugal y quedan incompletas. Allí no matan al toro, pero lo tienen una noche entera en un chiquero pequeño y al día siguiente lo llevan al matadero en frío. La fiesta es como es, no hay que entenderla, hay que sentirla.

--¿Qué recuerda de Cáceres?

--Tengo muy buenos recuerdos. Me hice torero por la zona de Moraleja y Coria. Me apoderó Victorino Martín y toreé mucho por esa zona. Yo diría que la vez que he estado mejor en mi vida fue aquí en Cáceres, de novillero sin picadores, y también tuve uno de los grandes fracasos: en la siguiente novillada que toreé en Cáceres me dieron tres avisos. Incluso aquello lo recuerdo como algo bonito.

--¿A qué torero admira?

--A todos los que son capaces de expresar lo que llevan dentro y conseguir con ello grandes cosas. Me gustaba mucho el Fundi por el hecho de ser de mi pueblo; ahora le respeto mucho por su tesón y su constancia; cuando empezaba admiraba a Joselito y a Enrique Ponce, y admiro muchísimo a José Tomás. Va ser un torero de época como Manolete o Belmonte.