TEtl escritor Antonio Gala escribió sus artículos durante algún tiempo, dirigiéndose a su perro: Charlas con Troilo , que después recopiló en un libro. Con Troilo, su teckel "hablaba" de todos los acontecimientos del país y estaba seguro de que éste le escuchaba: "A mi perro sólo le falta hablar", es algo que solemos escuchar con frecuencia. Los perros son "elementales" que han sabido guardar y hacerse con los valores humanos tan degradados y perdidos a veces.

Escuché, hace tiempo durante una entrevista televisada al escritor Arturo Pérez Reverte, contestar a la pregunta de Jesús Quintero --¿Usted mataría por algo o por alguien?... Sólo por mi perro --, una respuesta que a muchos puede sorprender, pero no a los que tenemos perros y sabemos que lo dan todo a cambio de estar junto a su dueño. Estamos en Navidad; queremos rememorar la venida de Jesús pero --¿cómo lo hacemos-?-- ¡cuántas carencias! Hemos entrado en el mundo de la imagen, de lo exterior, de lo que brilla, por decirlo de alguna manera y estamos perdiendo el valor de las pequeñas grandes cosas que son fundamentales.

No pretendo dar consejos a nadie, sólo que en esta Navidad y en esa Nochebuena pasada de grandes alardes, de la importancia de compartir la gran mesa, de disfrutar de la compañía de toda la familia "bien avenida" por esa noche especial donde la soledad de tantos hermanos está olvidada- va y llega Triana, la perra de Manolo Grajera que sabe que a pesar del frío, de la oscuridad, del hambre, de las ganas de moverse- está Manolo, su amo, muy quieto, muy callado, él, que siempre se movía de un lado para el otro y que tanto le gustaba hablar con sus amigos.

Y ella, Triana, pensó --porque los perros piensan-- que en esa Nochebuena, igual que la noche anterior, su única misión era permanecer al lado de su amo, ahora tan quieto, tan solo en aquella noche helada ,aquella noche tan larga.

¡ Bravo Triana! ¡Tú sí que sabes! Y seguro que se te puede decir lo de El pequeño Príncipe : "No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos", y yo añadiría a los "humanos"; porque tú viste con el corazón que tu misión primordial y única, en esas dos largas noches, era permanecer junto a Manolo, dándole tu calor, él, que ya no lo tenía y decirle en un lenguaje secreto: "Tranquilo Manuel, yo estoy contigo".

Quisiera saber algún día, Triana, que te encuentras con alguien que valora el tesoro que tiene a su lado; y te prometo contárselo a Teri y Coto para que se sientan orgullosos de ser perros. ¿Elementales-? me parece que no. En todo caso "elementales con corazón" y sabios en ver y distinguir lo verdaderamente importante.

Ojalá los Reyes Magos, te traigan lo que más desees ¡otro buen amo!

*Triana es la perrita bretona que estuvo durante dos noches junto a Manolo Grajera, velando a su amo, en una larga y dura despedida.