Rafael S. G. (chófer), nacido en Cáceres el 13 de noviembre de 1972, y Angela A. D. C. (asistenta), nacida en Brasil el 30 de agosto de 1975, son toxicómanos. Se les vio juntos o por separado por el bloque C de la calle Ródano. Rafael declaró a la policía que días antes de la muerte de la pareja había ido con su coche a Plasencia para comprar droga, según fuentes cercanas al caso.

Rafael S. G. ya había estado en prisión. Un mes del verano del 2004 y casi tres años, de diciembre del 2004 a julio del 2007, por una condena por robos. Salió en libertad condicional y trabajó algún tiempo en la construcción, concretamente en la obras del gas en Castellanos. Hacía solo 20 días que trabajaba para el matrimonio después de que un amigo y vecino de la misma calle de Pinilla le cediera el ´puesto´. En ese tiempo empeoró su adicción. De hecho ayer fue incluido en el programa de metadona de la cárcel.

En su declaración del lunes ante la jueza defendió su inocencia y reiteró que no los había matado, lo mismo que dijo a la policía, según informó su abogado. "Estaba derrumbado y cansado por las horas de declaración, pero negó cualquier participación en el crimen". Su familia también está "destrozada y cree firmemente en su inocencia". "Tenía mucho aprecio al matrimonio --señaló-- y era muy protector con ellos. Le ha dolido mucho su muerte y no acaba de comprender lo ocurrido".

A la asistenta no le constan antecedentes. Está separada y tiene dos hijos que viven con su expareja. Trabajó esporádicamente en la cocina de bares de la ciudad y en Plasencia, donde conoció al matrimonio. En Cáceres vivió en casa de las víctimas hasta una semana antes de su muerte y en un piso de Pinilla.