Los usuarios que se benefician de obras de regulación de aguas financiadas por el Estado tienen que pagar un canon de regularización que compense los costes de la inversión realizada, un canon que puede revertirse en la tarifa que pagan los usuarios. Entre los costes que se han incluido en el canon por la nueva obra de abastecimiento a la ciudad, una conducción desde la presa de Portaje a la del Guadiloba con un ramal que permite traer agua del pantano de Gabriel y Galán, se incluye el 50% del valor de ejecución de la presa de Portaje, cuya obra se finalizó en el año 1986.

Entre las alegaciones entregadas ahora por el ayuntamiento se pide a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) que este coste no se incluya en el canon al tratarse de una inversión ejecutada y amortizada. En alegaciones anteriores presentadas por el ayuntamiento, en 2006, ya se hacía una petición parecida, aunque entonces también se solicitaba que no se abordase la totalidad del proyecto. La CHT no consideró esas alegaciones.

Por parte de la portavoz del PP, Elena Nevado, se recordaron ayer las objeciones que su partido ha venido poniendo desde hace años a este proyecto. Nevado comentó que el nuevo abastecimiento puede tener una incidencia de un 65% de subida en la tasa del agua, que sumado a la prevista con la nueva concesión del servicio superaría el 100%.

Aseguró que su partido se suma a las alegaciones presentadas hace unos días por el ayuntamiento al modificado del proyecto del nuevo abastecimiento y agregó que el gobierno municipal deberá "luchar" para que la nueva conducción desde Portaje "no afecte al bolsillo de los cacereños".