"Siempre nos estuvieron dando un caramelo y lo chupábamos, pero ahora nos lo vamos a comer". Así expresa Raimundo Medina, presidente de la Asociación de Vecinos de Hispanoamérica, su satisfacción tras el anuncio de la cesión de terrenos por parte de la Junta al ayuntamiento, lo que posibilitará el inicio de las obras de la sede vecinal de su barrio.

La frase de Medina tiene su justificación si se tiene en cuenta que desde 1975, año en que se levantó este barrio de Cáceres, sucesivos gobiernos municipales prometían la sede. La promesa --a modo de caramelo-- era saboreada por el vecindario, pero como nunca se hacía realidad era imposible masticarla. Ahora, tras el paso que ha dado la alcaldesa, Carmen Heras, parece que el mordisco está más cerca y que, desde luego, a Raimundo Medina le sabe muy, muy dulce.

Medina lleva al frente de Hispanoamérica desde 1983, tres años después de la constitución de este colectivo. La barriada se construyó en 1975 y desde entonces --han pasado nada menos que 33 años-- los vecinos llevan a la espera de una sede propia.

Hasta el momento, la Casa de Cultura de Moctezuma ha servido de lugar de encuentro. Pero Hispanoamérica quería más. Ser una de las asociaciones de vecinos más activas de la ciudad --organiza el cross popular San Silvestre desde hace 15 años y su verbena de verano es una de las de mayor tirón en la capital-- requería unas instalaciones. "Creo que nos lo merecemos", apunta Medina. "El gran reto que vamos a tener ahora es darle contenido para que jóvenes y mayores se integren y se incentiven las relaciones vecinales y la convivencia ciudadana", apunta.

La asociación de vecinos tiene en la actualidad 286 asociados. "Pero esto va a subir, se va a duplicar", vaticina el presidente. El barrio cuenta con 240 viviendas y además de las calles de Hispanoamérica, se integran en el colectivo Salamanca, Sánchez Manzano y una parte de Antonio Hurtado hacia Llopis.

"Vivimos en un barrio que es prácticamente residencial y céntrico a la vez, con zonas ajardinadas muy bonitas. Tenemos centro de salud, el Imas, la iglesia, la guardería, el colegio, y ahora sede... ¡ya tenemos todo!", dice Medina. El dirigente vecinal confía en que en octubre pueda ver puesta la primera piedra. "Es un sueño hecho realidad", confiesa.