Son confesiones tradicionalemente consideradas minoritarias en España, aunque cada vez rehúyen más de esta condición. La provincia cacereña alberga hasta 49 lugares de culto para que los seguidores de cinco de estas religiones cultiven sus creencias sin renunciar a un sitio digno para ello. Las iglesias evangélicas copan la primera posición, con 23 en total. Las mezquitas musulmanas, con 13, y los salones de los Testigos Cristianos de Jehová, con 10, completan el podio. Budistas y mormones tan solo poseen un templo cada uno. Son los datos del pasado junio del Observatorio del Pluralismo Religioso en España, dependiente del Ministerio de Justicia, que también incluye en su análisis nacional a judíos y ortodoxos aunque, en territorio cacereño, no hay ni sinagogas para los primeros ni iglesias para los segundos.

LA MAYORÍA DE LA MINORÍA // Severiano Martín pertenece a la Iglesia Evangélica El Puente, ubicada en la capital cacereña. «En la ciudad hay tres iglesias y también otros centros más pequeños», afirma. Y es solo una pincelada de lo que sucede en la provincia. La de Hermanos de Plasencia en el municipio placentino; la de Miajadas, la Vida Nueva en Navalmoral de la Mata... Y así hasta completar los 23 templos que esta confesión tiene repartido por toda la provincia. «La más antigua es la de Plasencia, que se remonta a los años 50. En los 80 llega a Cáceres ciudad. Ten en cuenta que se persiguió durante los primeros años del franquismo, hasta principios de los años sesenta», recuerda.

Para los que la desconocen, Martín ayuda a comprender su confesión. «Proviene de la reforma protestante. Para nosotros no hay intermediarios entre Dios y los hombres, solo Jesucristo, y creemos en la Virgen María como intercesora, igual que muchos santos. También, en la Iglesia Católica, es el Papa quien está a la cabeza, pero para nosotros, no», explica. En el caso de los evangelistas de la Iglesia El Puente, mantienen reuniones semanales y, en sus cultos dominicales, realizan el partimiento del pan y la posterior predicación de la Palabra. «Una vez al año, el 8 de noviembre, tratamos de reunirnos todos en Plasencia». Destaca la gran aportación de la inmigración, sobre toda sudamericana, a la religión evangelista en España. Merecen mención especial dentro de esta confesión la etnia gitana, abrumadora mayoría entre los fieles de la Philadelfia Pentecostal, en Aldea Moret.

La comunidad islámica ocupa la segunda posición en cuanto a número de lugares de culto en la provincia se refiere, con 13 mezquitas en total. La capital cacereña la tiene desde el 2009 y se encuentra situado en la calle Caleros. El marroquí Said Aboufaris, responsable de la comunidad islámica en Cáceres, donde vive desde hace 24 años, analiza la evolución del colectivo musulmán. «Antes, en 2009, había muchas más familias, pero con la crisis algunas se han ido. Unas a otros lugares de España, otras a países extranjeros. Ahora mismos no somos tantos. El viernes, nuestro día más importante, nos solemos reunir en torno a cincuenta personas», cuenta.

Said opina que la comunidad musulmuna se encuentra «bien integrada» y plasma su convencimiento con un ejemplo. «Hay una nueva generación, una generación joven, de entre 15 y 20 años, que son españoles. Son los hijos o nietos de inmigrantes que han nacido aquí, en España, pero que no han abandonado su religión», afirma. La mayoría de seguidores del Islam en territorio cacereño proceden de Marruecos, como Said, o de otros lugares del continente africano.

Lejos de actuales estereotipos sociales, alimentados por diferentes frentes, Said describe la fe musulmana. «Con todo lo que está pasando... El terrorismo no nos representa. El Islam es convivencia. El Corán dice que si matas a una persona, es como si hubieras matado a toda la humanidad». Además, y debido a la cruenta guerra Siria, el colectivo musulmán se encuentra en estrecha relación con algunos refugiados, seguidores de la misma religión. «No hay muchos, pero no hay ningún problema con ellos. Al revés. Esa gente se juega la vida. Han dejado su casa y sus trabajos y, para ellos, la mezquita es como su refugio», finaliza.

Los Testigos de Jehová, con diez salones del Reino en la provincia, completan la lista de confesiones religiosas mayoritarias dentro de las minorías. Se caracterizan por su pretensión de reponer el cristianismo originario y cuentan con cierto poder de convocatoria en Cáceres. Prueba de ello es la última gran reunión que mantuvieron sus fieles, celebrada el pasado 8 de mayo en el Palacio de Congresos de la capital cacereña, a la que acudieron unas mil personas. Además, quieren aumentar los lugares de culto. El Ayuntamiento de Coria, por ejemplo, inició en 2015 el expediente para la concesión demanial a favor de esta confesión de unos terrenos para construir un templo, como ya avanzó entonces este periódico. A día de hoy todavía no se ha puesto ni la primera piedra, por lo que los caurienses fieles a esta confesión tendrán que esperar.

MINORÍAS EN LA MINORÍA // El Observatorio del pluralismo religioso en España sólo recoge un templo budista en la provincia cacereña (y en toda Extremadura). Es el Monasterio El Olivar del Buda, en Acebo. El budista cacereño Antonio Chávez da más detalles. «Se inició hace unos 6 años. Yo pertenezco a la Sangha que sigue a la Maestra Yotika, que da enseñanzas en Madrid, Salamanca y Cáceres. Nos reunimos el tercer domingo de cada mes», explica.

La Maestra Yotika, monja budista desde hace 32 años, imparte, además, talleres con periodicidad mensual. También habla de ellos Antonio Chávez. «Escuchamos a la maestra y aprendemos las enseñanzas de Buda. También nos juntamos en otros sitios. En Cáceres ciudad lo hacemos todos los jueves en el centro Ágora. Habitualmente, alrededor de 80 personan siguen a la maestra aquí», afirma. Y prosigue. «La gente se acerca mucho por el tema filosófico y por las técnicas de meditación. El budismo conoce bien la psique humana», argumenta.

Este factor explica el porqué de la presencia, en los talleres mencionados, de católicos, no creyentes o seguidores de otras confesiones. «También vienen muchos psicólogos. Que yo conozca, seis. El budismo lleva 2.500 años observando la psicología de las personas. Buda mostró de forma muy clara qué es lo que más nos hace sufrir; una visión clara de cómo funciona tu mente», finaliza Chávez.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, conocidos como Mormones, completan en listado de lugares de culto en la provincia cacereña, con una capilla. Según publicó este periódico en un amplio reportaje el pasado mes de marzo, cuenta con alrededor de 70 fieles que residen fundamentalmente en la capital cacereña y que proceden de diversos países, aunque también hay españoles.

El Observatorio del Pluralismo Religioso en España no reconoce ninguna sinagoga judía en territorio cacereño y tampoco ninguna iglesia ortodoxa, aunque los seguidores de esta última disciplina pueden acercarse al templo que hay para ellos en Almendralejo.