Lo han hecho de nuevo. Y ya van 15 años. Cinco religiones volvieron a reunirse en el cacereño Paseo de Cánovas para reclamar el fin de todas las guerras del mundo y la hermandad entre todas las personas creyentes. Ningún religioso, argumentan, puede tener en las armas una forma de pensamiento o de actuación. Y ellos predican con el ejemplo. Todos juntos, con un mismo mensaje de conciliación y unidad. Católicos, evangelistas, musulmanes, budistas y seguidores de la religión Baha’í caminaron juntos con la única pretensión de hacer un llamamiento por la paz mundial.

«Estamos en contra de cualquier forma de fanatismo que puedan surgir en el seno de la religiones. Una fe religiosa siempre favorece la paz», digo Rafael Delgado, delegado de relaciones interconfesionales de la diócesis Coría-Cáceres. «Lo que pasa en Siria o en Irak, lo que pasó el otro día en el atentado de Egipto... El Islam está lejos de todo eso. Somos todos gentes de paz», aseguró, por su parte, Karim Kerkaou, secretario de la Comunidad Islámica de Cáceres. «Todas las religiones nos unimos para salir a la calle y pedir por la paz. Lo que nos une es infinitamente más de lo que nos pueda separar», valoró también Francisco Cerro, obispo de Coria Cáceres.

La comitiva partió de la estatua de Gabriel y Galán y, a la altura del kiosko, algunos de los presentes leyeron un manifiesto. «Somos amigos, somos alegría. ¡Somos artesanos de la paz!».