La Fundación Antonio Rodríguez, un filántropo cacereño que decidió donar su patrimonio a beneficio de la infancia, dispone, entre otras propiedades, de dos edificios en la plaza Mayor, los dos primeros de los soportales nada más entrar por Pintores. Pues bien, la Fundación Valhondo-Calaff, otro colectivo destinado igualmente a fines benéficos en la ciudad, ha absorbido a la primera pero manteniendo sus fines fundaciones. Por ello, ha iniciado una profunda obra en ambos inmuebles siempre con un objetivo solidario.

«Los dos edificios serán realmente uno dividido en cinco viviendas tipo apartamentos, de entre 50 m² y 80 m², con entrada por Paneras, que serán alquilados. Pretendemos así aumentar el rendimiento de la fundación conservando su patrimonio para mantener las ayudas sociales. De este modo, los beneficios se destinarán a subvencionar programas y proyectos de asociaciones, fundaciones o entidades sin ánimo de lucro que promuevan las mejores condiciones de vida de los niños, y la asistencia, integración social y educación de la infancia en situación de necesidad, tal y como establecen los fines del ‘Legado Antonio Rodríguez’, constituido en 1964», subraya Gabriel Casati, secretario de la Fundación Valhondo.

Esta obra, que supone una rehabilitación integral de un año de duración, contribuirá además a adecentar la entrada a la plaza por Paneras. El bajo seguirá arrendado a la tienda de regalos que lo viene ocupando, y además se creará otro local que también se alquilará, con entrada por la plaza.