"En Cáceres hay futuro, pero es necesario moverse. El empleo no lo tiene que dar la Junta o el ayuntamiento, lo tienen que dar las empresas. Para ello deben contar con una representación fuerte y activa que fomente la llegada de proyectos a la ciudad, que les acompañe en su implantación, y que asesore y estimule a las instituciones. Y eso, desgraciadamente, no lo tenemos». Son palabras de Diego Hernández, presidente del Círculo Empresarial Cacereño, un colectivo fundado en noviembre de 2018 que ya suma 3.800 asociados. En enero de 2020, diez miembros del Círculo solicitaron su ingreso en la Federación Empresarial Cacereña (FEC), pero un año después no les han admitido. Ya han puesto el caso en manos de abogados «porque no entendemos lo que ocurre».

Aseguran que hay que cambiar la mentalidad. «No queremos subvenciones, queremos empresas en Cáceres. El trabajo es el que trae la prosperidad a una población». Pero lamentan que este proceso no pueda ser posible «con una federación inactiva desde hace muchos años, la misma que crearon nuestros abuelos, y a la que tenemos derecho a pertenecer». Afirman que no pretenden apartar a nadie, «sino trabajar unidos por el bien de nuestras empresas, que ahora mismo no se sienten representadas».

Y es que los empresarios se quejan de que hace mucho tiempo que no se convocan cursos de formación, ni asambleas, ni otras actividades. Además, lamentan la falta de unas elecciones debidamente difundidas y participativas. «No nos preguntan nuestra opinión cuando negocian con los sindicatos, no conocen nuestras necesidades», indica Diego Hernández.

Canal legítimo

Porque la FEC no es un colectivo más. Es una organización privada que a la vez supone el canal legítimo de representación de los empresarios ante las administraciones y los sindicatos, canalizadora de fondos públicos para cuestiones como formación. Pertenece a la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) y a nivel nacional, a la CEOE y la CEPYME. Es por tanto la patronal, con voz y voto en la negociación de convenios y regulaciones de jornadas, con participación en mesas y comisiones.

«Por eso mismo necesitamos que sea cristalina, transparente y libre. Sin embargo, el empresario de Cáceres no tiene donde solucionar sus problemas. Solo hay que ver lo que ha ocurrido en la pandemia con la federación, que está ausente. Ni apoya las reivindicaciones, ni se deja ver con los negocios que tan mal lo están pasando», denuncian desde el Círculo.

Este colectivo se gestó en el último trimestre de 2018 y comenzó a recibir sucesivas adhesiones. Se unieron empresas y organizaciones como la Asociación de Transportistas de Extremadura (Asemtraex), que aglutina a 850 socios, Copreca, con 450, la Asociación del Sector Primario Extremeño (Aseprex), la Asociación del Polígono Industrial Capellanías (Apilca), la Asociación de Franquiciadores, o la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca).

«Cuando vimos crecer así la participación, lógicamente nos sentimos obligados a dar un paso más, a llevar la representación de estos empresarios hacia los cauces oficiales. Por ello, el Círculo entabló un diálogo con la FEC y diez de nosotros solicitamos la entrada en la misma, para empezar a acercar nuestros proyectos y nuestras inquietudes», relata el presidente. Según la web de la FEC, solo es necesario cumplimentar el boletín de inscripción, abonar una cuota y aceptar sus estatutos. «A día de hoy no hay respuesta», lamentan desde el Círculo. En la FEC, a preguntas de este diario, han preferido guardar silencio.

Desde entonces tampoco hay diálogo. El Círculo reitera que su intención consiste en crear «una federación grande y potente», y en cualquier caso pertenecer a ella, como empresarios que son. «Existen muchas las quejas por la inacción y la opacidad de la FEC, que lamentablemente estamos comprobando. Solo pedimos que nos dejen entrar para trabajar», insiste Diego Hernández. De hecho, las diez personas que han solicitado el ingreso han comenzado a preparar los requerimientos previos a una demanda. Por cierto que en la Cámara de Comercio sí les han abierto las puertas.

Una dualidad que lastra

Una dualidad que lastraLos empresarios afirman que precisan «un buen respaldo» en tiempos de pandemia. «Por ejemplo, el decreto de la Junta de Extremadura que establece 40 millones de euros en ayudas para las empresas dejará fuera a un gran número de negocios por sus requisitos. Muchos creemos más conveniente que se concedan indemnizaciones, pero esa voz no llega». Por ello, prosigue el presidente, «necesitamos una federación que luche por los intereses de la provincia de Cáceres, como hace la de Badajoz, donde cuajan más proyectos y consiguen mejores resultados. Allí existe una única confederación empresarial (COEBA), frente a la dualidad de la FEC en Cáceres y la FEP en Plasencia, «de modo que nuestra provincia siempre está dividida y carece de una fuerza única».

Talento joven

En concreto, una de las propuestas que quiere trabajar el Círculo desde la FEC es pedir a las dos federaciones de Cáceres y Plasencia que se unan, «porque no tenemos una provincia tan rica como para mantener esa doble representación. Entonces, otro gallo nos cantaría». También pretende recoger el talento de la Universidad de Extremadura «y poner a esos jóvenes preparados a trabajar desde la FEC con las empresas, con las instituciones, con Mérida, Madrid y Bruselas. Hay que aprovechar todas las posibilidades que puedan llegar a Cáceres», subraya.

En definitiva, «lo único que pedimos es que nos den participación, porque somos una generación de empresarios con nuevas ideas». Y eso se está viendo, afirma Diego Hernández, en el nacimiento de colectivos como el que ha organizado por su cuenta la hostelería cacereña para defenderse. «Tienen toda la razón, y es una pena que cada uno luche por su lado. Necesitamos una FEC unida».