El grupo Ciudad Jardín doblará las plazas actuales de las Hermanitas de los Pobres. Así lo confirma a este diario la dirección de la empresa que ya ha llegado a un preacuerdo con la congregación para comprar el edificio después de que la orden anunciara que se marcha de la ciudad. El centro tiene hasta ahora una capacidad para 110 personas y la intención del grupo es ampliarla a 250.

Del mismo modo, según apunta el coordinador del grupo en Cáceres, Daniel Núñez, el grupo empresarial mantendrá las cuotas y los servicios para los 70 residentes que se encuentran en las instalaciones.

También apunta que se subrrogará a los 30 trabajadores que desarrollan su actividad en el centro en estos momentos.

Confirma, en cualquier caso, que aunque se mantengan las mismas prestaciones para los actuales residentes, los nuevos ingresos que se produzcan a partir de octubre, fecha en la que tiene previsto incorporarse Ciudad Jardín a gestionar la residencia, sí tendrán que asumir las cuotas que mantienen en el resto de sus centros privados. Hasta el momento el grupo Ciudad Jardín dirige en la ciudad otras dos residencias de mayores, una en el Parque del Príncipe y otra en Héroes de Baler (San Jorge). La del inmueble de las Hermanitas de los Pobres será la tercera en la capital y la noven a de su competencia en la provincia cacereña.

Tal y como precisó la empresa a este diario, el grupo ya ha firmado un primer acuerdo para adquirir el edificio que deja la orden. Según confirman fuentes, las cifras que se manejan para la compra oscilan entre los 12 y 15 millones de euros. En cualquier caso, la empresa asegura que aún no se ha materializado la firma del contrato definitivo aunque sí pone de manifiesto que las negociaciones avanzan a buen ritmo.

Según puso de manifiesto la dirección también, la intención es mantener una línea continuista con lo que ha representado en estos años el céntrico edificio para los cacereños, ya que aparte de albergar a los mayores, también servía como escenario para actividades de la vida social local en épocas como la Navidad. «Queremos continuar con el espíritu de la residencia porque sabemos que era un espacio muy activo en la ciudad», apuntó.

Fue en enero cuando la congregación hizo pública su intención de abandonar Cáceres tras 141 años en la ciudad debido a la falta de vocaciones. En ese momento, la orden solo mantenía a diez religiosas en la residencia de la capital. Su marcha generó gran inquietud por la incertidumbre para los usuarios ya que la cantidad que se paga en el centro se ajusta a un tanto por ciento de sus ingresos. Finalmente el acuerdo con el grupo Ciudad Jardín garantiza el futuro tanto para la residencia como para usuarios y empleados.

Precisamente, sobre este asunto se pronunció el alcalde de la ciudad, Luis Salaya, que manifestó que el anuncio es «una buena noticia para la ciudad» y aplaudió la garantía que supone que el edificio pase a manos de «una empresa seria que ya gestiona residencias en la ciudad».