Los vecinos de la ciudad monumental volvieron a reclamar ayer al equipo de gobierno que adopte medidas oportunas para la restricción del tráfico en el recinto intramuros, una iniciativa que comenzó hace más de cinco años pero que no termina de llevarse a efecto. El presidente del colectivo vecinal, Luis García, dijo a este periódico poco antes de la asamblea general que celebró la asociación que preside, que en calles como Hornos y Gallegos el tráfico es abusivo, que los coches pasan por todos sitios, que zonas como Caldereros están llenas de vehículos y que con este panorama, si en la parte antigua viviera más gente "sería una locura".

El líder vecinal recordó que se han concedido más de 700 tarjetas para poder acceder al casco monumental --adjudicadas durante la pasada legislatura-- y que la restricción es una medida que los vecinos piden "que se haga ya porque es un tema prioritario. Aunque suene muy rimbombante esto no se pide por la parte antigua, se pide por el bien común". El colectivo reconoció, eso sí, mejoras en la limpieza y el mantenimiento porque el gobierno local ha retomado la cuadrilla exclusiva para el recinto.