Una cacereña sufrió ayer un ataque de asma en plena calle, cuando caminaba por la calle Argentina hacia su trabajo, al pasar por debajo de un árbol que en ese momento estaban fumigando los operarios de Parques y Jardines, provistos de uniformes y caretas protectoras. La mujer, que padece de asma, comenzó a sentir de inmediato el ataque "y tuve que taparme la cara. Afortunadamente llevaba los aerosoles en el bolso", indica.

La afectada, M. C. G., comunicó sus quejas a la policía local y a la propia sección municipal de Parques y Jardines. "Les pedí que estos trabajos se realizasen de noche o al menos con avisos previos a la ciudadanía, porque somos muchos los que sufrimos ciertas patologías y puede ser arriesgado. Lo mismo debería hacerse con todo tipo de fumigaciones, sean de plantas o para exterminar plagas", explicó ayer a este diario.